Pero los salarios no deben crecer a los mismos niveles que la inflación, dice Ramón Martínez Juárez, docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC). “La inflación se genera por la demanda de ciertos productos y servicios cuando la oferta no es suficiente. Aumentar los salarios en las mismas proporciones que la inflación se traduce en dar más liquidez a los trabajadores, quienes a su vez gastarían más. Lo que se haría entonces es incentivar nuevamente temas inflacionarios”, detalla.
El experto consultado sugiere a las empresas sí tratar de apoyar a los trabajadores para poder minimizar el impacto en la pérdida de poder adquisitivo por el incremento de los precios, pero estratégicamente para no disparar los gastos de las empresas.
“Uno de los gastos más relevantes que tienen las empresas es el gasto corriente relacionado al pago de nómina. La tasa inflacionaria se reflejaría en el incremento de los gastos operativos y en la disminución de los márgenes de las compañías, que las obligaría a aumentar sus precios o a prescindir de personal”, explica.
¿Sueldo justo?
Pero la relevancia de la remuneración económica no pasa desapercibida en las organizaciones. Para casi seis de cada 10 de ellas, el salario es un aspecto importante para mejorar las condiciones de los colaboradores, según el estudio de PageGroup.
Y para los empleados no es la excepción. En la investigación cuatro de cada 10 personas creen que no reciben una remuneración justa por su trabajo y el 15.3% expresó no estar seguro. Este porcentaje tiene una correlación directa con la cantidad de colaboradores que se encuentran en búsqueda pasiva de empleo. El 52.8% está abierto a las oportunidades que lleguen y el 28.2% está buscando activamente ofertas laborales.
Al momento de valorar si las remuneraciones son justas o no, el talento evalúa la cantidad de tiempo que dedica a su trabajo. El 61.5% declaró que trabaja más de 8 horas, una tercera parte del talento encuestado no suele respetar sus horarios de comida y un 45% no respeta su horario de salida.
Es el exceso de trabajo la principal causa de estrés y la percepción de que la remuneración no corresponde a las exigencias del puesto. Tres de cada 10 personas afirman padecer un nivel alto de estrés cotidiano en el trabajo y un 65% dice sentir un estrés moderado.
¿Qué están haciendo las empresas para apoyar al talento ante esta situación?
Solo una tercera parte manifiesta sentir un apoyo activo por parte de su organización. Aunque la gama de acciones que puede llevar a cabo una compañía para dar contención a su talento ante el estrés laboral es amplia.
La oferta de un esquema de trabajo híbrido o con horario flexible es el camino que se ha tomado con mayor frecuencia y los colaboradores creen que el trabajo remoto es un beneficio en ambos sentidos, pues casi la mitad considera que es más productivo trabajando desde casa y solo un 11.2% piensa que es menos eficiente bajo esta modalidad.
En las prácticas para atender la salud mental de los empleados también proliferan los webinars, la ayuda externa de psicólogos, capacitaciones y actividades recreativas. Esto refleja un área de oportunidad para las empresas en la aplicación de herramientas pensadas para resolver la disyuntiva entre tiempo laborado y resultados.
El desafío inmediato será deconstruir viejos paradigmas que ya no son útiles ni funcionales en esta nueva realidad. Entre ellos está dar por hecho que el trabajo es un lugar meramente transaccional, donde las personas solo intercambian tiempo o esfuerzo por un salario, que además no siempre corresponde al esfuerzo vertido.
“Hoy tenemos un mercado laboral en el que tanto empresas como colaboradores son más conscientes de que un lugar de trabajo en donde se respete y se valore la diferencia es conveniente, necesario y posible. Todavía queda mucho por verse, considerando que el 50.7% de las compañías planea hacer un cambio en su estructura organizacional el próximo año”, menciona Javier Torre, managing director de PageGroup México.