La cotización inicial fue de 800 pesos mexicanos, el costo con la aplicación estuvo arriba de los 300, lo que motivó a que los turistas pidieran el viaje a través de la app, sin imaginar lo que haría el taxista. Abigail prefirió darse a la fuga, considerando que Uber se encarga de arreglar el golpe del vehículo. Ella lleva 11 meses siendo conductora en esta aplicación, con la guía de su esposo, quien cumplió tres años como conductor en la misma plataforma, sabe en qué zonas debe tener más cuidado.
“Evitamos los lugares y hoteles donde haya sitios de taxi y aunque en la zona hotelera y sobre todo lo que es el Boulervard Kukulcán la demanda y ganancia es mucho mayor preferimos no arriesgarnos, pero sí aceptamos viajes cercanos”, revela.
Abigail trabaja medio tiempo y gana al menos 1,800 pesos al día, un viaje de Cancún a Playa de Carmen llega a salir hasta en 900 pesos, según la demanda. En los meses que ha trabajado en la plataforma también ha sido perseguida por taxistas de sitio, pero nunca le han bajado pasajeros o la han agredido físicamente.
El conflicto con Uber por las calles de Cancún
Uber llegó al estado caribeño desde hace años, pero luego de que la estadounidense consiguiera un amparo para operar legalmente en Cancún los taxistas reaccionaron con dureza e incluso el 23 de enero pasado cerraron los accesos a la zona hotelera, a manera de protesta por la ‘entrada’ de Uber a la región.
Sin embargo, no es la primera vez que hay un enfrentamiento por las calles entre taxistas y conductores de esta aplicación. En 2014, en la Ciudad de México los taxistas se organizaron para realizar marchas y bloqueos, a fin de rechazar la operación de Uber. De hecho, el año pasado se anunció la ‘prohibición’ de los autos de servicio privado al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Uber lo desafió, mientras que usuarios se pusieron del lado de la compañía.
El argumento que dieron los taxistas es que Uber es una competencia desleal, al operar sin regulación de tarifas. Lo mismo pasa en Cancún, los taxistas alegan que los conductores de la aplicación no pagan ningún título de concesión, derecho de piso o la cromática oficial.
Pero los taxistas tampoco se libraron del escrutinio. Los cancunenses pidieron a los turistas no usar taxis el 27 de enero, en un esfuerzo por hacer frente a la llamada mafia de los taxis en Cancún y sus altas tarifas de cobro.
“Únete a un día sin utilizar el servicio de taxi en Quintana Roo y dale aventón a tu amigo, vecino o conocido ¡Alto total al gremio!”, publicaron los ciudadanos a través de las redes sociales.
El otro lado de la moneda
Antonio es taxista desde hace 25 años. Le tocó ver cómo Uber llegó a Cancún, aunque el señor asegura que ‘para todos sale el sol’. Lo que nos diferencia, asegura, es que Uber es un servicio de transporte privado, lo piden desde una aplicación y el auto llega al punto de partida.
“Yo trabajo en las calles y mi principal clientela es la gente que me hace la parada. Adicional hace unos años me incorporé a un sitio afuera de un supermercado. Pago derecho de piso, placas y una mensualidad. No es cualquier cantidad, pero si trabajas diario sí sale para pagar las cuotas”, comenta.
Los taxis de Cancún no manejan taximetro, en lugar de ello los conductores cobran al tanteo y a su juicio, con base en la distancia. Y si haces una parada rápida en algún lugar ya se cuenta como otro viaje. En el caso de los sitios, ellos tienen un tabulador donde se muestra el costo, según la supermanzana, región o fraccionamiento al que vaya el pasajero.
El taxista reconoce que hay un ambiente turbio desde que se dio a conocer el tema de la legalidad de Uber en el estado. “La molestia de algunos colegas está en el derecho de piso, pero desde antes ya operaban (los Uber), todos lo sabían y cada quien su rollo. Yo no coincido con los enfrentamientos, al final la gente es quien decide qué transporte usar”, opina.
La victoria de Uber
A partir de este 7 de febrero, la plataforma de transporte privado ya está operando en Chetumal, la capital del estado de Quintana Roo. A través de un comunicado, Uber dio a conocer la noticia.
“Estamos comprometidos con el futuro de Quintana Roo. Queremos que el estado se convierta en un ejemplo para el resto del país, donde los usuarios puedan elegir la opción de movilidad que más les convenga”, dijo Juan Pablo Eiroa, director general de Movilidad de Uber México.
La llegada de Uber a Chetumal responde al amparo que la empresa obtuvo el pasado 11 de enero, en el cual se determina que los servicios prestados por los conductores por medio de la aplicación de movilidad son privados, de modo que no es necesario contar con una concesión de transporte público.