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“Conseguir empleo fue más sencillo siendo el doctor Daniel que la mujer trans”

Daniela Muñoz fue despedida luego de empezar su proceso de transición de género. Hoy es la CEO de Transsalud, una clínica enfocada en atender a personas trans.
vie 31 marzo 2023 05:00 AM
Daniela Muñoz
"Antes de mi proceso de transición no me resultó difícil encontrar trabajo al terminar la carrera; sin embargo, más tarde me di cuenta que esto se debía más a una cuestión de género", comenta Daniela Muñoz, CEO de Transsalud.

Todo iba de maravilla. Daniel Muñoz terminó en 2014 la carrera de Medicina en la Universidad La Salle, luego ahí mismo cursó la licenciatura y la maestría en Filosofía con dos vertientes, economía política y género.

Tras egresar como médico llegó su primera oferta laboral. Era gerente en una farmacéutica, después asumió la dirección médica y al tiempo le ofrecieron ser docente e investigador en la Universidad La Salle. Hasta ese momento, su vida profesional se veía muy prometedora.

Sin embargo, el escenario cambió cuando inició su proceso de afirmación de género. Primero vino el despido de la farmacéutica, quienes abiertamente le dijeron que la desvinculación laboral se debía a su proceso de transición.

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“Yo estaba apenas transicionando, no sabía qué hacer, ni qué decir, ni cómo actuar entonces acepté el despido”, cuenta. Con su liquidación, se fue a un congreso en China y dio continuidad a su afirmación de género.

Posteriormente, en la universidad le fueron quitando grupos hasta que por WhatsApp le notificaron que ya no sería parte de la comunidad estudiantil. Al día de hoy, Muñoz no ha recibido su liquidación por parte de la instancia educativa y hay una demanda por despido injustificado.

“Están negando que el despido haya sido por el género. Pero no hay ninguna otra razón. Como Daniel yo era el doctor, el investigador. Entendí que conseguir trabajo era mucho más sencillo siendo hombre que siendo mujer trans”, expresa.

En su proceso, Muñoz no contó con el apoyo de ninguna empresa empleadora. Su soporte psicoemocional fue su familia, además de los estudiantes que viralizaron un post en el que Daniela manifestó la discriminación y el despido de la universidad.

Recuerda que al menos un par de años la pasó mal. Solo obtenía ingresos por dar algunas consultas por su cuenta, y no era suficiente. Encontrar un empleo tampoco parecía ser una opción, pues en México las mujeres transexuales son las que viven los mayores niveles de desigualdad y discriminación, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.

Y como ella, hay otras 630,000 personas trans que enfrentan diversos retos personales y laborales. Durante la presentación del Manual de Inclusión de Personas Trans en los Espacios Laborales, realizado por HRC Equidad MX, PepsiCo y Baker McKenzie, Alina Hernández, directora senior de comunicaciones y ciudadanía corporativa de PepsiCo Latam, refirió que 90% de las personas trans están desempleadas, que solo 11% tiene estudios universitarios y apenas 5% ejerce su profesión.

¿Cómo empezar un negocio con cinco pesos en la bolsa?

El momento más hondo en la transición de Daniela fue un jueves en la noche cuando le quedaban sus últimos cinco pesos en la bolsa. Empezó a ver las cosas que tenía en su departamento y pensó en venderlas, pero luego creyó que en poco rato se quedaría sin dinero y sin cosas.

Cómo haces para monetizar con lo que tienes, pero sin venderlo, se preguntó. Buscó en internet alguna empresa que le permitiera rentar lo que tenía y se dio cuenta que no había.

“Aquí hay una oportunidad. De ahí surgió la idea de crear ioio, un marketplace que te permite vender y rentar desde un termo hasta un edificio completo. Nació de la necesidad, que es la madre de la inventiva”, dice.

Lo hizo con la ayuda de un amigo médico que además es programador. Él se encargó de desarrollar la aplicación y ambos la lanzaron en diciembre de 2019. Luego vino la pandemia y la pregunta del millón fue quién va a querer rentar una bicicleta cuando todo estaba cerrado.

A pesar de definirse como una mujer a la que no le gusta pedir, aceptó una ronda de inversión Friends & Family por casi 4 millones de pesos. Con este dinero pudo pagar servidores, hacer pruebas, pautar, crear la marca y darle un salario a su amigo.

En el primer año de operación, la aplicación alcanzó casi 7,000 usuarios. Actualmente, la cifra supera los 12,000 nuevos usuarios y las 20,000 descargas.

La creación de Transsalud

A finales de 2020, la asociación Trans Pride World e Impulso Trans se acercaron a la doctora para dar atención médica a la comunidad trans. El trato inicial fue que Daniela Muñoz recibiera a cinco pacientes por semana para ayudarlos en su tratamiento hormonal. La única condición es que la consulta se cobrara en 280 pesos.

Para sorpresa de la doctora, cada día llegaban cuatro personas del colectivo trans. Esto la llevó a fundar y a dirigir Transsalud a finales de 2020, una clínica enfocada en atender a personas transexuales que ofrece tratamientos hormonales, cirugías, estética, ginecología, psicología, imagen, derma, nutrición, fitness y odontología.

“En México, hay 1.5 millones de personas trans, de las cuales 95% no tiene un adecuado acceso a la salud por temas de discriminación. Es por esa necesidad de la comunidad que nació Transsalud como una empresa social”, asegura.

Desde su fundación, Transsalud ha dado más de 2,500 consultas de beneficencia, ha apoyado económicamente a más de 1,100 pacientes y ha establecido alianzas para disminuir los costos para la comunidad.

La más reciente se hizo con laboratorios Examedi, a fin de que los pacientes trans puedan realizarse chequeos y toma de muestra en su casa y sin discriminación. “Son los únicos laboratorios que incluyen en su ficha la opción no binarie, eso ya es un avance significativo”.

Muñoz atribuye que la aceptación y crecimiento que ha tenido Transsalud se debe a la recomendación de la misma comunidad y a que los costos accesibles en salud, pero de buena calidad generan un efecto espuma. En su momento, dice, eso pasó con Salud Digna, al ofrecer accesibilidad en estudios logró comerse el mercado de los laboratorios.

“Hoy vemos que para la adolescencia hay bloqueadores que llegan hasta los 35,000 pesos mensuales, la vaginoplastia y la faloplastia cuesta alrededor de 500,000 pesos, mientras que la feminización o masculinización facial está arriba de los 200,000 pesos. Eso es injusto. Porque ¿solo quien tiene la posibilidad económica puede transicionar?”.

El valor agregado de Transsalud, entonces, debía estar en la flexibilidad. Daniela habló con su hermano, quien es cirujano plástico, y decidieron ofrecer costos más accesibles. Por ejemplo, una mastectomía en el ámbito privado ronda los 150,000 pesos, y en Transsalud está en 50,000 pesos.

Muñoz está convencida que más que una empresa fundó una causa social. “Mi hobby es estar frente a mis pacientes que son parte de mi comunidad. Mi pasión también es tocar el piano, correr y escribir”, expresa.

Es autora de la trilogía Principia Novi Universi, en la que se muestran los principios filosóficos de una nueva cosmovisión, que pretende ser, si no perfecta, más consistente que la establecida actualmente.

A su parecer, aún falta mucho camino qué recorrer para que las personas trans vivan sin discriminación ni rezagos. En el mercado laboral, comienzan a verse esfuerzos por emplear a gente del colectivo, incluso ya hay empresas que han pagado cirugías de afirmación de género y tratamientos hormonales, como parte de su propuesta de valor al empleado.

“Para nosotros es muy importante sentir ese acompañamiento. Pasa mucho que algunas empresas sólo usan a la comunidad como una cuestión mercadológica, ya sea que lancen productos conmemorativos en el mes del orgullo o que cambien su logo con los colores de la bandera LGBT+. Pero eso no es auténtico”, señala Arlán Cruz, activista LGBT+ y docente de la Escuela Bancaria Comercial campus Pachuca.

Verte reflejado en las acciones de la compañía te permite cambiar tu perspectiva y la manera en cómo vives la pertenencia a la diversidad sexo genérica, dice. De ahí la importancia de que la organización cuente con políticas inclusivas, de la congruencia con sus valores y las prácticas diarias para prevenir y evitar la no discriminación laboral. “Eso te habla de un verdadero compromiso y no de un mero discurso organizacional”, apunta el experto.

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