A principios de abril, Chile se convirtió en el tercer país de la región, después de Ecuador y Venezuela, en aprobar la jornada de 40 horas semanales, recomendada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En México, más de 10.3 millones de ciudadanos exceden el límite legal.
Antes de la pandemia, la percepción de riesgo por carga y jornada de trabajo se encontraba en un 38%, comparte Victor García, subdirector de Wellness & Data para Mercer Marsh Beneficios México. Durante la pandemia este porcentaje pasó a 43% y se mantiene.
En el estudio Health on Demand 2023, también realizado por Mercer Marsh Beneficios y en el que la consultora encuestó a 1,054 mexicanos, se observó que la resaca de la pandemia y las nuevas formas de trabajo han impactado en la población trabajadora. En el último año, el 60% trabajó sintiéndose mal físicamente, el 52% mal mentalmente y un 47% se siente estresado por asuntos de la vida cotidiana.
“La carga de trabajo es un riesgo cuantitativo y cualitativo, por lo que no sólo depende de las cantidades de trabajo, sino de los niveles de responsabilidad depositados sobre algunas áreas, el apoyo que reciben éstas o los trabajadores por parte de sus corresponsables y la capacitación para ejecutar una actividad”, menciona García.
¿Mismos riesgos para todos?
Por industria, la de Transporte, Salud y Logística son las que acumulan mayor riesgo psicosocial, según el reporte. Esto no significa que los otros sectores dejen de prestar atención a los riesgos psicosociales, apunta el subdirector.
Por otro lado, los riesgos están distribuidos de forma homogénea entre hombres y mujeres, vale la pena destacar que la mayoría de las organizaciones no ha hecho diferenciaciones considerando otros perfiles demográficos relacionados con el género, como no binario.
García refiere que la generación baby boomer es la que considera que la violencia laboral es el mayor riesgo de trabajo. "No se sienten tan incluidos como las otras generaciones", dice. A nivel general, 10% de los encuestados sufren algún tipo de violencia laboral.
En contraste, los millennial ven como uno de los principales riesgos la interferencia en la relación trabajo-familia, mientras que el liderazgo negativo es considerado el cuarto mayor riesgo entre todas las generaciones.
El reporte también analizó la presencia de acontecimientos traumáticos severos en las personas. En los últimos dos años, de 38,351 personas que vivieron algún acontecimiento de esta naturaleza, sólo el 46 % requirió asistencia médica o psicológica de algún tipo enfocada al trauma emocional.
“Los acontecimientos traumáticos severos afectan directamente al colaborador y al no ser derivados con los servicios de salud adecuados pueden incrementar la siniestralidad por enfermedad, representando un riesgo en la vida de las personas, así como pérdidas económicas graves para las empresas”, comenta Ariel Almazán, líder de Workforce Health para Latinoamérica y el Caribe en Mercer Marsh Beneficios.
Por otra parte, los factores de riesgo no son ajenos a la salud financiera. María Elena Zuria, directora de Wealth Mercer México, destaca que el 52% no se siente apoyado en temas de bienestar financiero y salud mental. De hecho, enfatiza que la productividad de los empleados merma de 2 a 4% por pensar en problemas económicos. “Esto se traduce de 12 a 15 horas al mes”.
Pero no todo son malas noticias. Hoy más que nunca la fuerza laboral valora en gran medida el apoyo brindado por sus compañías, de acuerdo con Health on Demand. El 62% de los encuestados percibe que su empresa se preocupa por la salud y bienestar de sus trabajadores.
Asimismo, 75% de los colaboradores que tienen acceso a más de ocho beneficios, están seguros de solventar el pago de una atención médica en caso de requerirse, impactando de forma positiva en la propuesta de valor para el empleado, ya que el 57% de los encuestados considera que tener acceso a un programa de salud y bienestar es un factor determinante para evitar el cambio de empleo.
“Hoy las empresas deben contar con liderazgos basados en el bienestar que salvaguarden la seguridad y la salud de las personas durante sus actividades diarias y creando planes de desarrollo psicosocial que no sólo se enfoquen en procesos de cumplimiento normativo. La gestión de personas y la salud no son beneficios, son parte integral de una organización saludable”, complementó García.
La Guía de referencia I, de la Norma 035 se utiliza para medir los eventos adversos que ponen en peligro la vida o laintegridad física o psicológica de los colaboradores en el lugarde trabajo. Estos acontecimientos pueden provocar síntomas y comportamientos asociados al trauma psicológico, lo que puede afectar tanto la salud mental como la productividad de la persona.