Además, las mujeres destinan 40 horas a la semana a las labores domésticas no remuneradas, mientras los hombres solo 16 horas, según datos del INEGI. Hay una clara necesidad de impulsar acciones que promuevan una mayor participación de los hombres en la vida familiar.
“La falta de equidad en el mundo laboral entre hombres y mujeres demanda acciones que fomenten la participación de varones en actividades como el cuidado de hijos y familia. Es tiempo de romper con las creencias y limitaciones que nos hacen asumir que las mujeres sólo pueden realizar ciertas actividades”, subraya Fernando Bermúdez Pire, director de Relaciones Corporativas de Manpower.
La experiencia internacional indica que las licencias parentales con la misma cantidad de días y el mismo grado de obligatoriedad para ambos géneros son esenciales para garantizar la igualdad de género en el cuidado de la familia.
En México, la Ley Federal del Trabajo establece un periodo de cinco días para la licencia de paternidad, mientras que otros países latinoamericanos también ofrecen periodos cortos: Argentina da 13 semanas de licencia de maternidad y dos días de licencia de paternidad. Colombia 18 semanas de licencia materna y ocho días de paternidad, y Brasil 17 semanas para la madre y cinco días de licencia para el padre.
En México, la propuesta para ampliar los permisos de paternidad de cinco a 20 días quedó sin votarse en el Senado. Estos permisos serían aplicables tanto en casos de nacimiento como de adopción.
“Por ley, la licencia de paternidad es un derecho que se otorga al trabajador en caso de un nacimiento o una adopción. México avanza en este tema, aunque un desafío importante para las empresas es optar por ampliar ese plazo, y con ello generar acciones que abonen a romper las brechas de género en el empleo entre hombre y mujeres”, menciona Barroso.
La Unicef recomendó ampliar y reforzar los permisos parentales totalmente remunerados para incentivar a los padres a participar en el cuidado de sus hijos. Además, se sugiere flexibilizar el inicio de las licencias, tanto maternales como paternales, para adaptarse mejor a las necesidades familiares.
El estudio de Manpower resalta la necesidad de un cambio cultural en las empresas y en la sociedad en general. Para que los hombres puedan ejercer plenamente su rol de padres, es fundamental que las organizaciones adopten políticas de flexibilidad y apoyo, que promuevan un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal. Esto no solo beneficiaría a los trabajadores, sino que también contribuiría a una mayor igualdad de género en el ámbito laboral y familiar.
“Involucrar a los hombres en el cuidado, crianza y educación de los hijos e hijas permite valorar las labores que por muchos años las mujeres han desempeñado de manera preponderante, abona a romper la brecha de género en el mundo laboral desde la participación de los hombres, ya no solo de las mujeres”, externa Bermúdez Pire.
Una parte de todo el ecosistema
Rubén Ortiz Vázquez, padre de tres hijos, valora altamente el "salario emocional". Aunque trabaja para asegurar la estabilidad económica de su hogar, aprecia poder asistir a eventos importantes en la vida de sus hijos, como partidos de fútbol y festivales escolares.
Este enfoque hacia la vida familiar es algo que ha aprendido de sus jefas en Eli Lilly, quienes, como madres directoras, también equilibran sus responsabilidades laborales con su vida personal. “En Lilly he encontrado un lugar donde he crecido tanto profesional como personalmente; llevo 15 años en la compañía, aquí me he reinventado muchas veces, me casé, tuve a mis hijos y hoy tengo una armonía entre mi vida laboral y familiar”, dice.
Como director ejecutivo de Acceso y Asuntos Corporativos para Eli Lilly en Latinoamérica, Ortiz Vázquez considera que las licencias de paternidad extendidas son solo una parte de un ecosistema más amplio de incentivos que influyen en el bienestar integral de los trabajadores y en la posibilidad de que los hombres participen activamente en el cuidado de sus hijos y responsabilidades familiares.
El directivo asegura que las políticas de la empresa siempre han priorizado el respeto por la familia. El modelo híbrido adoptado por la compañía ha facilitado esta integración, al trabajar desde casa ciertos días, recoger a sus hijos del colegio y hacer la ronda de los niños una vez a la semana.
“Esta flexibilidad me ha permitido pasar un 25% más de tiempo con mis hijos. Además, participo en diversas actividades recreativas y deportivas organizadas por la empresa, lo que, aunque a veces me hace llegar un poco más tarde a casa, me permite mantener un equilibrio saludable entre mis responsabilidades laborales y personales”, expresa.