Importancia de la salud mental en el trabajo
Para Carmen Martínez, Asesora Regional de Salud Mental de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el empleo es uno de los factores más determinantes de la salud mental de las personas.
“El acceso al empleo, y a las condiciones del empleo, pueden afectar a la salud en general, y mental en particular”, mencionó en el panel Priorizar la salud mental en el lugar de trabajo: estrategias para el éxito , organizado por la OPS.
Existen varios riesgos, denominados psicosociales, que permean en el bienestar emocional, como:
- Falta de capacidades o su uso inadecuado en el ámbito laboral.
- Sobrecarga de trabajo o ritmo excesivo, falta de personal.
- Horarios demasiado largos, antisociales o poco flexibles.
- Ausencia de control sobre el diseño o la carga de trabajo.
- Condiciones laborales físicas inseguras o de mala calidad.
- Cultura institucional que tolera comportamientos negativos.
- Escaso apoyo de los compañeros o supervisión autoritaria.
- Violencia, acoso o maltrato.
- Discriminación y exclusión.
- Funciones laborales mal definidas.
- Promoción insuficiente o excesiva.
- Inseguridad laboral, salarios inadecuados o poca inversión en el desarrollo profesional.
- Exigencias contradictorias que dificultan la conciliación entre la vida familiar y laboral.
Otras situaciones que pueden amplificar los problemas generales que afectan la salud mental son la discriminación y desigualdades basadas en la raza, sexo, identidad de género, orientación sexual, discapacidad y origen social, entre otras.
Una forma en que pueden manifestarse los efectos de los riesgos es la baja productividad o bajo rendimiento de las actividades. A nivel mundial, se estima que cada año se pierden 12,000 millones de días de trabajo debido a la depresión y la ansiedad, a un costo de un billón de dólares por año en pérdidas económicas por esta causa.
La OMS advierte que las personas con trastornos mentales graves tienen mayor probabilidad de ser excluidas del ámbito laboral y de enfrentar un trato desigual cuando logran obtener empleo. Estar desempleado también implica un riesgo para la salud mental. El desempleo, la inestabilidad laboral y financiera, así como la pérdida reciente de trabajo, son factores que aumentan el riesgo de intento de suicidio.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición ( Ensanut ) 2022 confirma la tendencia de aumento de prevalencia de la conducta suicida en México, principalmente en jóvenes, quienes presentaron un incremento en el número de intentos de suicidio de más de 600% desde la Ensanut 2006.
En México, ya existe regulación que respalda la salud mental y mantener los ambientes laborales a través de la NOM-035 , de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, que establece los lineamientos para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial, así como para promover un entorno organizacional favorable.
Además, la Tabla de Enfermedades de Trabajo , agregó los trastornos mentales, como ansiedad, trastorno de sueño, el estrés y la depresión; como parte para proteger a las y los trabajadores.
¿Cómo hablar de salud mental en el trabajo?
Fernando Tomasina, académico de la Universidad de la República, Uruguay, mencionó que para procurar el tema de la salud mental se requiere de institucionalización en la organización, por ejemplo, establecer comisiones o espacios de cooperación bipartitos, entre trabajadores y empleadores, que concilien factores que afectan a la salud mental, como el descanso o las vacaciones.
A su vez, deben fortalecerse los protocolos y mecanismos de investigación de violencia en el trabajo; y asignar momentos en las agendas para que las y los colaboradores puedan expresar sus sentires y “circular la palabra”.
Prevenir los problemas de salud mental favorece a las empresas de varias maneras, como prevenir problemas o conflictos relacionados, mantener un clima de bienestar en el trabajo, aumentar la productividad, y lograr que los trabajadores prosperen.