Las empresas de servicios atraviesan por una escasez de talento, especialmente en áreas clave que demandan tanto habilidades técnicas como blandas. La tecnología de la información (TI), el análisis de datos, ventas, marketing y atención al cliente son competencias cada vez más solicitadas, en particular por empresas que buscan adaptarse al comercio digital y a las innovaciones en inteligencia artificial.
Este tipo de empresas, que abarcan sectores como comercio, turismo, logística, servicios financieros y profesionales, representan el motor económico de México, contribuyendo con un 63.8% del PIB y empleando al 44.3% de la población ocupada en el país, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) a septiembre de 2024.
Este sector emplea a 26.3 millones de personas en servicios y a 11.6 millones en comercio. Sin embargo, su capacidad para adaptarse a las demandas tecnológicas actuales se ve limitada por la falta de talento capacitado, una barrera que afecta su competitividad en el mercado global.
Fernanda Domínguez, coordinadora de Educación en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), destaca que este déficit de talento en el sector terciario responde en gran medida a una desconexión entre los programas educativos y las necesidades del mercado laboral.
"En México, la economía demanda habilidades específicas en el sector terciario, pero la formación educativa no ha evolucionado al mismo ritmo que estas necesidades", señala Domínguez. "Es urgente rediseñar los currículums universitarios para adaptarlos a las competencias que requiere este sector".