Una marca personal
Trump también es reconocido por su resiliencia. A pesar de constantes críticas y escándalos, tiene una base de apoyo firme. “Es un líder que no se detiene por las críticas, y eso proyecta fuerza”, dice De Winter. Asimismo, ha construido una marca personal poderosa, simbolizada por su nombre y su constante presencia tanto en edificios como en medios y redes sociales.
Nora Taboada, fundadora de AFE Liderazgo Consciente, destaca que Trump apela a emociones humanas como el orgullo y la pertenencia, pero advierte sobre los riesgos de esta estrategia. “Aunque logra unir a ciertos grupos, también crea divisiones”, comenta Taboada. Además, subraya que las decisiones unilaterales de Trump, si bien son útiles en situaciones de crisis por su rapidez, pueden generar miedo y resistencia a largo plazo.
Este tipo de liderazgo directo y polarizante ha sido un sello distintivo del mandato de Trump, quien no teme desafiar normas ni utilizar adjetivos que intensifican las divisiones.
El caso TikTok, una lección de estrategia
Uno de los ejemplos más destacados del estilo de liderazgo efectivo de Trump es el caso de TikTok. En 2020, Trump acusó a la app de ser una amenaza para la seguridad nacional, argumentando que podría enviar datos de ciudadanos estadounidenses al gobierno chino. Ordenó su prohibición a menos que fuera adquirida por una empresa estadounidense, lo que llevó a negociaciones con Oracle y Walmart.
Al llegar Joe Biden a la presidencia, su gobierno cambió de estrategia, enfocándose en mejorar la seguridad de los datos sin prohibir directamente la app.
El pasado 18 de enero, TikTok interrumpió temporalmente su servicio en Estados Unidos debido a una ley que prohibía su operación. No obstante, Trump anunció poco después que extendería el plazo para llegar a un acuerdo, permitiendo que la app retomara sus actividades al día siguiente.
Este movimiento, inicialmente percibido como unilateral, se convirtió en una estrategia para asegurar que parte de la plataforma estuviera bajo control estadounidense, reflejando su discurso nacionalista y proteccionista.
Lecciones que los líderes pueden aprender de Trump y las que no
Donald Trump deja lecciones valiosas sobre aspectos que un líder puede incorporar. Acorde con las expertas consultadas, una de ellas es la importancia de la claridad en la comunicación. Trump utiliza un lenguaje sencillo y directo que conecta con audiencias amplias.
Esto hace que su mensaje llegue a personas de diferentes niveles sociales y educativos, lo que demuestra el poder de una comunicación efectiva y sin complicaciones. Además, su habilidad para construir una marca personal sólida resalta la necesidad de proyectar una imagen fuerte y coherente que inspire reconocimiento.
Sin embargo, no todo en el liderazgo de Trump es replicable. Su tendencia a polarizar y excluir grupos, basada en discursos divisivos, puede ser contraproducente para organizaciones que valoran la diversidad y la inclusión. Esta actitud fomenta un ambiente de exclusión que, a largo plazo, puede afectar la colaboración y la innovación dentro de un equipo. Además, sus decisiones impulsivas y poco fundamentadas, como las relacionadas con políticas comerciales y tecnológicas, evidencian los riesgos de actuar sin un análisis profundo o sin escuchar opiniones expertas.
El estilo autoritario de Trump, aunque efectivo en ciertas crisis, no es sostenible en el tiempo. Crear una cultura basada en el miedo y el control limita la creatividad y la capacidad de los equipos para asumir riesgos calculados. Los líderes actuales deben priorizar enfoques que combinen audacia con empatía, promoviendo entornos de trabajo inclusivos y colaborativos que impulsen tanto la innovación como el bienestar de las personas.
"Los líderes deben adaptarse a la cultura organizacional y a las circunstancias que enfrentan. La audacia y los riesgos calculados, como los de Trump, pueden ser valiosos si se combinan con empatía y datos confiables. Las decisiones y riesgos en contextos empresariales más reducidos deben evaluarse con cuidado, considerando el marco económico y cultural", apunta De Winter.