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La ejecutiva que dejó el negocio familiar para conquistar el mundo corporativo

Natalia San Román lideró cambios importantes en Scotiabank. Hoy enfrenta el reto de modernizar su operación y consolidar su presencia en México, donde es el cuarto banco en cartera de crédito.
jue 20 marzo 2025 02:51 PM
La mujer que empezó vendiendo zapatos y ahora lidera la estrategia de Scotiabank
Natalia San Román llegó a Scotiabank en 2017.

Desde muy joven, Natalia San Román estuvo inmersa en el mundo de los negocios. Creció en una familia emprendedora en Perú, donde sus padres iniciaron un pequeño negocio de fabricación de zapatos infantiles en el garaje de su casa.

Ahí aprendió el valor del trabajo, la disciplina y la importancia de ponerse en los zapatos del cliente, tanto de manera figurada como literal. "Me tocó hacer los zapatos, limpiarlos, armar las cajas, salir a vender, aprender a pagar planillas. Desde muy chiquitita estuve metida en el negocio", recuerda.

Su pasión por los números y su curiosidad por entender cómo funciona la economía la llevaron a estudiar esta carrera en la Universidad del Pacífico en Perú. Aunque en algún momento contempló seguir con el negocio familiar, tras egresar se dio cuenta de que su verdadera vocación no estaba en el emprendimiento.

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"Lo intenté, trabajé con mis papás y aprendí muchísimo, pero a mí me gustaba más el mundo corporativo", comenta. Así que decidió complementar su formación con un MBA en la Universidad de Chicago Booth School of Business y luego obtuvo un certificado de Chief Digital Officer por el MIT.

Su camino hacia Bain & Company comenzó con su interés en entender los negocios desde una perspectiva más amplia. Durante sus estudios, se dio cuenta de que la consultoría le permitía conocer distintas industrias, resolver problemas complejos y aplicar su conocimiento en economía de manera práctica. "Me llamaba la atención la posibilidad de trabajar con empresas de diferentes sectores y aprender de cada una de ellas", explica.

Una vez dentro de la consultora, trabajó en diversos proyectos, desde consumo masivo hasta servicios financieros, para luego involucrarse directamente en operaciones inesperadas, como vender pollos en mercados para entender la dinámica del negocio de un cliente. "Para hacer recomendaciones reales, necesitaba vivir la experiencia en el terreno. No se trata solo de analizar datos, sino de conocer cómo funciona cada eslabón de la cadena", comenta.

Su ilusión cambió cuando participó en un proyecto de transformación para Scotiabank. Su capacidad para conectar con los equipos en todos los niveles, desde los ejecutivos de alto rango hasta los empleados en sucursales y centros de atención, fue lo que la hizo querer unirse a las filas del banco.

"Me encantó la cultura de Scotiabank. Desde el CEO hasta los ejecutivos en las sucursales, todos estaban enfocados en la mejora continua y en la voz del cliente", dice. Su desempeño no pasó desapercibido y le ofrecieron unirse al banco en Canadá como directora de estrategia para banca internacional y digital.

Desde su llegada a Scotiabank en 2017, ha escalado posiciones hasta convertirse en una de las líderes más influyentes dentro de la institución. Hoy, su labor se centra en la transformación y optimización de procesos, asegurándose de que la estrategia del banco se alinee con su objetivo de ser un socio financiero confiable para sus clientes.

Bajo su liderazgo, y como Chief Transformation & Strategy Officer de Scotiabank México, el banco ha implementado más de 70 proyectos de transformación, incluyendo la modernización del sistema core bancario con la migración de una cartera de 30,000 millones de dólares, el lanzamiento de la apertura de cuentas 100% digital con biometría facial y la reducción del fraude en un 75%.

Uno de sus mayores desafíos ha sido la gestión del cambio, en un sector donde la resistencia a nuevas formas de trabajo es común. "El cambio siempre genera estrés. Nuestro reto es convencer a quienes llevan años haciendo las cosas de una manera para que prueben algo nuevo sin miedo", explica. Para ella, la fórmula está en entender a los equipos desde su propia experiencia y en ofrecer soluciones que hagan su labor más fácil.

Natalia también es una defensora de la diversidad y la equidad dentro de las organizaciones. "No se trata de cumplir cuotas, sino de garantizar que las oportunidades sean realmente equitativas. Cuando los procesos son transparentes, la diversidad se da de manera natural", enfatiza. Es cofundadora del grupo Female Empowerment en Scotiabank, una comunidad de más de 500 miembros, y es una activa mentora de jóvenes líderes.

Actualmente, el 51% de los colaboradores en Scotiabank México son mujeres, y el 32% ocupa cargos de alta dirección, esto es, un 2% más que el año pasado. La institución, además, creó la Academia de Liderazgo para Talento Femenino, en la que más de 300 colaboradoras han participado y el 16% ha logrado ascensos dentro de la compañía.

A pesar de su ajetreada carrera, Natalia reconoce la importancia del equilibrio entre su vida profesional y personal. Como madre, busca gestionar su tiempo para poder estar presente tanto en su hogar como en su trabajo. "Estoy aprendiendo a balancear mejor mi tiempo para ser una líder efectiva sin perderme los momentos importantes con mi hija".

Natalia sabe que estancarse no es una opción. "En la banca, quedarte quieto es quedarte atrás. Mi meta es transformar procesos, pero más transformar mentalidades", afirma. Su próximo reto es llevar la innovación más allá de la tecnología; desafiar la manera en que los bancos operan, acelerar la inclusión financiera y, sobre todo, redefinir el rol de la mujer en la alta dirección. "Si en unos años alguien me dice que su carrera despegó porque vio en mí un referente, habrá valido la pena cada desvelo".

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