“Buscar empleo hoy también requiere estrategia. Los candidatos deben aprender a leer una descripción de puesto y adaptar su perfil con las palabras que el algoritmo reconocerá”, explicó Alejandra Martínez, responsable de estudios de mercado laboral en Computrabajo.
El 57% de los encuestados ya usa inteligencia artificial para mejorar su currículum y casi la mitad la aprovecha para encontrar vacantes con mayor rapidez. Sin embargo, solo una cuarta parte dice dominarla realmente. El resto navega a ciegas entre las plataformas, confiando en que la suerte o la intuición sean suficientes para superar los filtros automáticos.
Detrás de cada clic hay una duda que se repite. ¿Me descartó una persona o un algoritmo? Cuatro de cada 10 candidatos temen haber sido eliminados del proceso sin revisión humana y otro porcentaje similar siente que la búsqueda de empleo perdió el contacto real. La confianza crece cuando un reclutador interviene, cuando hay una voz que explica, valida o simplemente escucha.
El reclutador no desaparece, evoluciona
En las empresas también hay inquietud. Cuatro de cada 10 ya aplican inteligencia artificial en recursos humanos y siete de cada 10 planean hacerlo en los próximos años.
Aunque una parte importante de los reclutadores aún duda. Un 27% reconoce que no se ha capacitado o no le interesa hacerlo, en muchos casos por miedo a ser reemplazado.
Martínez asegura que ese temor no tiene fundamento. La IA puede filtrar currículums o clasificar perfiles, pero no puede interpretar silencios, leer gestos ni detectar la autenticidad de una respuesta.
“Si el profesional delega toda la responsabilidad a la máquina, el resultado será desastroso. La IA puede ordenar datos, pero solo el ojo humano entiende las historias detrás de cada perfil”, señala.
El estudio confirma que hay etapas que siguen siendo profundamente humanas, como la entrevista o la evaluación del potencial. Son momentos donde la empatía, la intuición y la escucha genuina marcan la diferencia.
El estudio revela que se acerca una nueva era del reclutamiento. Las empresas necesitarán profesionales híbridos, capaces de interpretar métricas, pero también emociones. Hoy, seis de cada 10 organizaciones creen que la decisión final en una contratación debe seguir siendo humana.