La Agencia Espacial Europea ya ha comprometido cerca de 1.5 millones de euros para el desarrollo de un satélite que se pondrá al servicio de la organización.
Otro aspecto del financiamiento será el talento humano y los recursos materiales que cada país pueda aportar. Para los países que no puedan contribuir económicamente, se ha creado un esquema en el que pueden ofrecer recursos o participación en proyectos como alternativa a la aportación de capital.
Además, la agencia planea vender servicios a otros países o empresas privadas, lo que permitirá una mayor independencia financiera. Cabrera subraya que este enfoque permitirá que ALCE no dependa únicamente de los presupuestos de los gobiernos de la región, sino que funcione como un ente sostenible a largo plazo.
México busca la presidencia: un liderazgo respaldado por la región
Uno de los principales objetivos de Gustavo Cabrera es que México presida la agencia en su primera etapa formal. “Nueve de los 11 países que han ratificado el acuerdo apoyan la candidatura de México”, asegura.
Para el país, presidir esta agencia significaría una mayor visibilidad en el ámbito espacial internacional y la posibilidad de consolidarse como un actor clave en el desarrollo científico y tecnológico de la región. La cercanía de México con grandes actores espaciales, como Estados Unidos, y su ubicación estratégica para el lanzamiento de cohetes, son factores que podrían impulsar al país en este sector emergente.
La constitución formal de la agencia se espera para finales de 2024, una vez que el país número 11 confirme su ratificación.