Embarazo en Adolescentes en México
“No se trata solo de evitar el embarazo, sino de tomar el control de su futuro y de asegurar que cada una y uno de ustedes tenga la oportunidad de desarrollarse plenamente, de ejercer sus derechos sexuales y reproductivos de manera responsable y de trazar un plan de vida que les permita alcanzar sus metas y sueños.”, destacó Gabriela Rodriguez Ramírez , secretaria general del Consejo Nacional de Población (CONAPO).
Durante un evento de la jornada del Día Mundial para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, realizado en el Conalep en la alcaldía Xochimilco, la secretaría Gabriela Rodríguez promovió la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (Enapea).
Rodríguez Ramírez expuso que 2017 y 2022, México logró reducir la tasa de fecundidad adolescente en un 30 por ciento, lo cual es un avance significativo, pero todavía queda mucho trabajo por hacer.
El embarazo adolescente está asociado a mayores riesgos de salud de las madres y sus hijos e hijas como complicaciones durante el parto o la mortalidad materna, además de limitar el desarrollo personal y aporta al abandono escolar.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señala que 60 de cada mil adolescentes de 15 a 19 años tuvieron un embarazo. La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de 2022 (Ensanut 2022) documentó que una de cada cinco niñas y adolescentes de 12 a 19 años habían iniciado ya su vida sexual, de las cuales una tercera parte había estado alguna vez embarazada.
Cifras en el Mundo
De acuerdo con cifras de la ONU:
- En 2019 se registraron unos 21 millones de embarazos al año entre las adolescentes de entre 15 y 19 años de los países de ingreso mediano bajo;
- Originaban una cifra estimada de 12 millones de nacimientos;
- Aproximadamente el 50% de dichos embarazos eran no deseados, donde el 55% de ellos terminaban en aborto.
- Las madres adolescentes (de 10 a 19 años) tienen mayor riesgo de eclampsia, endometritis puerperal e infecciones sistémicas que las mujeres de 20 a 24 años, y los bebés de madres adolescentes tienen un mayor riesgo de padecer bajo peso al nacer, nacimiento prematuro y afección neonatal grave.