¿Qué es el síndrome del cuidador?
La maestra Ena Eréndira Niño Calixto, de la Facultad de Psicología de la UNAM, explica que “cuando una persona acepta, por convicción, la responsabilidad del bienestar de otro, llega a experimentar mal humor, estrés y cansancio, pero se siente satisfecho cuando ve que su familiar mejora. El problema surge cuando este cuidado le es impuesto a una persona; en esas circunstancias, se presenta muy pronto el llamado síndrome del cuidador”.
Una persona con síndrome del cuidador experimenta tanto cansancio físico como emocional y mental, además de una sensación de hartazgo por atender o cuidar a alguien, “porque es una obligación de la cual no se puede librar”, explica la psicóloga.
Por su parte, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) utiliza el término el colapso del cuidador como “la respuesta de la apreciación negativa y estrés percibido resultado del cuidado de un individuo”.
Los síntomas de este síndrome pueden ir desde la frustración e irritabilidad por la dificultad para llevar a cabo los roles y tareas, hasta llegar a un trastorno de ansiedad depresión, o el empeoramiento de patologías pre existentes y fatiga.
En México, se estima que 58.3 millones de personas son susceptibles de recibir cuidados en los hogares y cerca de 31.7 millones de personas de 15 años y más brindaron cuidados a personas a miembros de su hogar o de otros, de acuerdo con la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022.
De acuerdo con Ciencia UNAM, cuidar a un adulto mayor puede tomar hasta 17 horas al día, según el grado de dependencia o si tiene enfermedades que demandan atención especial. Con esa cantidad de horas, la persona cuidadora desatiende otras esferas de su vida, como el desarrollo profesional, convivencia o salud.
El maltrato en el cuidado, una consecuencia del desgaste
Parte del síndrome del cuidador es el maltrato en el cuidado, un fenómeno que se presenta como una respuesta de insatisfacción, y se manifiesta en pequeñas agresiones hacia la persona que requiere cuidado, como omitir la toma de algún medicamento, no cambia el pañal cuando se necesita, hablar de manera brusca u hostil.
Estas actitudes y acciones son una manera de expresar que la persona cuidadora está cansada de dar la atención a la otra.
Uno de los factores relevantes en la aparición del síndrome del cuidador es la temporalidad: “No es lo mismo cuidar a una persona aunque sea 24 horas al día, por espacio de una semana o meses, que hacerlo por años”, explica la especialista.
Cuidarse a uno mismo primero
La maestra Ena Eréndira Niño Calixto menciona que se recomienda establecer tiempos de separación para la persona cuidadora, para disminuir el estrés agudo. Disfrutar periodos lejos de la persona a la que se cuida brinda una oportunidad de realizar actividades para uno mismo, que van desde el descanso, diversión o relajación.
Se recomienda aplicar diversas técnicas de manejo del estrés, calendarizar actividades o en casos necesarios, acudir a terapia psicológica.