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¿El cometa 3I/ATLAS es peligroso? Esto dice la NASA

El fenómeno astronómico ha despertado debate científico y público por su origen y las especulaciones sobre su naturaleza fuera de lo común.
lun 06 octubre 2025 10:35 AM
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El consenso científico actual, respaldado por NASA y ESA, clasifica a 3I/ATLAS como un cometa natural, formado por hielo y polvo, y no como una nave o artefacto artificial. (NASA, ESA, David Jewitt (UCLA); Procesamiento de imágenes: Joseph DePasquale (STScI))

Mientras Estados Unidos enfrenta un cierre de gobierno que ha detenido parcialmente las operaciones científicas de la NASA, uno de los fenómenos astronómicos más singulares del siglo continúa su recorrido por el Sistema Solar: el cometa 3I/ATLAS, tercer objeto interestelar confirmado por la comunidad científica internacional.

La coincidencia entre el cierre administrativo y la observación del cometa ha generado interés global, ya que el seguimiento técnico de la NASA se ha visto limitado justo cuando este visitante proveniente de otro sistema estelar se aproxima a su punto más cercano al Sol, por lo que internautas se han cuestionado si es peligroso.

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Qué se sabe del cometa

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Esta animación muestra las observaciones del cometa cuando fue descubierto el 1 de julio de 2025. El telescopio de sondeo ATLAS, financiado por la NASA en Chile, informó por primera vez que el cometa se originó en el espacio interestelar. (ATLAS/Universidad de Hawái/NASA)

Detectado el 1 de julio de 2025 por el sistema ATLAS, operado en Chile y diseñado para rastrear asteroides potencialmente peligrosos, 3I/ATLAS fue identificado como un cuerpo con órbita hiperbólica y velocidad típica de objetos no ligados al Sol, de alrededor de 210 mil kilómetros por hora.

Posteriores confirmaciones del Minor Planet Center y de la NASA establecieron su carácter interestelar, lo que lo convierte en un visitante extremadamente raro. Hasta ahora, solo se habían registrado dos objetos de origen similar: 1I/ʻOumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019.

El consenso científico actual, respaldado por NASA y ESA, clasifica a 3I/ATLAS como un cometa natural, formado por hielo y polvo, y no como una nave o artefacto artificial.

Es peligroso el 3I/ATLAS

Según los datos orbitales disponibles, el punto más cercano al Sol (perihelio) ocurrirá el 29 de octubre de 2025, a una distancia de 1.4 unidades astronómicas (aproximadamente 210 millones de kilómetros).

Los mismos modelos confirman que la aproximación mínima a la Tierra será de 1.8 unidades astronómicas, o unos 270 millones de kilómetros, casi el doble de la distancia media entre la Tierra y el Sol.

Con base en esas mediciones, la NASA sostiene que el cometa no representa ninguna amenaza, pues su trayectoria se mantiene completamente fuera de la órbita terrestre. El organismo reitera que el fenómeno puede estudiarse con seguridad desde observatorios y telescopios sin implicaciones de riesgo.

Qué observaciones respaldan la postura de la NASA

Imágenes del Telescopio Espacial Hubble corrigieron las primeras estimaciones que sugerían un tamaño de hasta 20 kilómetros. Las mediciones actuales establecen un núcleo de entre 0.6 y 5.6 kilómetros, dimensiones típicas de un cometa.

El instrumento SPHEREx, también operado por la NASA, detectó la presencia de dióxido de carbono en su coma, una señal inequívoca de que el objeto libera gas y polvo al calentarse, exactamente como lo hacen los cometas convencionales.

El científico Tom Statler, responsable del área de cuerpos pequeños del sistema solar en la NASA, sintetizó la postura institucional al afirmar: “Parece un cometa. Hace cosas de cometa.”

Las observaciones muestran además que el cometa desarrolla una cola visible y un aumento de brillo constante, rasgos que descartan cualquier comportamiento anómalo.

La teoría de que el cometa 3I/ATLAS es una nave

Entre las hipótesis más difundidas figura la del físico Avi Loeb, profesor de Harvard, quien propuso que el objeto podría no ser natural. Su argumento inicial se basó en el brillo atípico del cometa, la falta de gases detectables en observaciones tempranas y su alineación casi perfecta con el plano de los planetas.

Loeb planteó la posibilidad de que se tratara de un cuerpo artificial que aprovecha asistencias gravitacionales de planetas como Júpiter, Marte o Venus para desplazarse. También especuló con que podría cambiar su trayectoria mientras se ocultara detrás del Sol, fuera del alcance de los telescopios.

La “Señal Wow!” y la hipótesis del cometa como fuente

En un análisis posterior, Loeb retomó un enigma astronómico de hace casi medio siglo. En 1977, el radiotelescopio Big Ear, ubicado en Ohio, detectó un estallido de radio de 72 segundos que nunca volvió a repetirse. El evento se registró como la “Señal Wow!”, y durante décadas ha sido uno de los candidatos más sólidos a una transmisión extraterrestre.

Los astrónomos nunca lograron identificar un origen natural convincente, y la señal quedó como uno de los mayores misterios de la radioastronomía.

De acuerdo con las fuentes, Loeb ha especulado que 3I/ATLAS atraviesa actualmente la misma región del cielo donde se detectó aquella señal, lo que abre la posibilidad de que ambos fenómenos estén relacionados. Según su planteamiento, el cometa podría ser la fuente original de aquel estallido o una pista para comprender su naturaleza.

La comunidad científica, sin embargo, no ha encontrado evidencia que respalde esa conexión. Tanto NASA como ESA mantienen su posición de que 3I/ATLAS es un cometa natural con comportamiento predecible y sin características que sugieran tecnología o comunicación inteligente.

Cómo evoluciona su recorrido

Durante septiembre y octubre de 2025, el cometa atravesará la constelación de Libra antes de desaparecer temporalmente por el brillo solar. Su reaparición está prevista para finales de noviembre en el cielo del amanecer, cuando se sitúe en la constelación de Virgo, con una magnitud cercana a 12.

En su paso por el entorno marciano, la NASA utilizará el Mars Reconnaissance Orbiter y los rovers Curiosity y Perseverance para obtener datos sobre su composición y dinámica. El 5 de octubre, imágenes procesadas por Simeon Schmauß con datos del Perseverance mostraron un resplandor difuso consistente con su tamaño y distancia, alrededor de 30 millones de kilómetros de Marte.

La agencia aclaró además que diversas fotografías virales que mostraban un supuesto objeto cilíndrico no corresponden al cometa, sino a Fobos, una luna marciana captada con larga exposición.

Por qué este cometa es importante para la ciencia

El estudio de cuerpos interestelares como 3I/ATLAS permite comparar procesos de formación planetaria en diferentes sistemas estelares. Los análisis químicos apuntan a que contiene agua y dióxido de carbono, componentes comunes en cometas del Sistema Solar.

Esa coincidencia sugiere que los elementos básicos para formar planetas podrían ser similares en distintas regiones de la galaxia. Cada registro de un visitante interestelar amplía la comprensión sobre el origen y evolución de los sistemas planetarios.

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