El decremento se dio pese a que el país atraviesa una inflación elevada. Por la mañana el Inegi dio a conocer el indicador, que se ubicó en 7.58% durante la primera quincena de abril, más del doble de la meta de Banco de México (3% +/-1%).
El Coneval detalló que los factores que estuvieron detrás de esta mejoría fueron el incremento del ingreso laboral real per cápita de 6.7%, que pasó de 2,671.44 a 2,850.25 pesos, así como en el número de ocupados de 3.1 millones.
Aunque la mejora fue en todos los rubros que mide el Consejo, los datos muestran que la brecha entre la pobreza rural y la urbana aún es amplia.
A 51.9% de las personas que viven en zonas rurales no les alcanza su ingreso para comprar alimentos básicos como maíz, trigo arroz, carne de res y ternera, de pollo, leche, quesos, huevos, frutas frescas, verduras y legumbres y bebidas no alcohólicas.
En cambio, en la zona urbana la pobreza laboral afecta a 34.7% de la población que su ingreso no le ampara para costear la canasta.
Este fenómeno también se ensaña más con las mujeres que con los hombres, pues la diferencia es de 43.4% contra 37%.