Inseguridad resta valor a residencias en Acapulco
Acapulco, como otros lugares, disfrutó una época de auge y ahora vive su caída, algo en lo que la inseguridad ha tenido responsabilidad, dice Ron Lavender, ciudadano estadounidense y fundador de una empresa de bienes raíces en el puerto. Lavender sabe de lo que habla: llegó al puerto en 1954 cuando este popular destino tenía apenas 78,000 habitantes.
Diez años después, el aeropuerto de Acapulco comenzó a recibir vuelos desde Estados Unidos y Lavender inició su negocio inmobiliario. Fue “un periodo embriagador”, describe su sitio de internet. En esos años, el valor de las propiedades en la avenida Costera Miguel Alemán tenían incrementos anuales de 100%
Pero las cosas han cambiado, no sólo porque la población supera los 800,000 habitantes. “El mercado residencial está bajo en ventas en un 30%, entonces los precios los bajamos en un 30% comparado con hace cinco años”, explica el presidente de Lavender y Asociados, firma dedicada a la venta de residencias y condominios de lujo en la zona tradicional y Punta Diamante.
Ron Lavender detalla que, en esta última zona, un departamento de lujo de dos recámaras se vendía por arriba del millón de dólares entre los años 2000 y 2005. Pero en los últimos cinco años, un espacio con las mismas características oscila entre 665,000 y 750,000 dólares.
Según Alfonso Aznar Echenique, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), las ventas de propiedades de lujo en Punta Diamante han bajado 15%, pero no se detienen desde hace 23 años.
Los expertos coinciden en que la caída de precios y ventas de viviendas turísticas responden al alza del dólar, las afecta- ciones que en 2013 dejaron las tormentas tropicales Ingrid y Manuel, pero, sobre todo, a la inseguridad.
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal colocó en enero al puerto como la ciudad más violenta del país y la cuarta a nivel mundial con 104.73 asesinatos por cada 100,000 habitantes.
Los precios bajos, sin embargo, son el mayor argumento que dan los expertos para invertir en una residencia turística en el puerto en este momento. A éste se suman los planes del gobierno federal de relanzar este destino turístico antes de que termine la actual administración.
“Comprar es mejor inversión que tener el dinero en el banco, en el futuro los precios irán aumentando”, explica Aznar, quien advierte que Acapulco tiene una “inercia propia” por su belleza natural.
Para el experto, Punta Diamante es el lugar indicado para invertir, porque hay buenas propiedades a precios de oportunidades. Los departamentos y casas son los “menos afectados” en ventas y precios, porque están ubicados sobre la zona de playa y cuentan con seguridad privada.
“Nadie que no sea dueño de una de estas residencias puede ingresar”, dice Aznar.
Los dueños de residencias en esa área con “urgencia” por vender están cambiando el precio de dólares a pesos con un tipo de cambio menor incluso a 17 pesos por dólar.
La zona tradicional, ubicada al otro extremo de la ciudad, es la parte turística más antigua de Acapulco. En esta zona es en donde los precios de las residencias han caído más debido a los índices de inseguridad recientes.
“La venta en zona tradicional sí se ha visto afectada, hay menos seguridad”. No obstante, los inmuebles son ideales para quien quiere una propiedad con vista a la bahía, explica Lavender.
(Este reportaje se publicó en la edición 1190 de la Revista Expansión, en mayo de 2016.)
