ProMéxico cree que comercio con EU se mantendrá pese a victoria de Trump
La relación económica y política entre México y Estados Unidos se mantendrá pese a la victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses, dijo este miércoles a EFE Evelyne Rodríguez, responsable comercial para Latinoamérica de ProMéxico, el organismo del gobierno mexicano sobre inversión y comercio.
Rodríguez estuvo presente este miércoles en Asunción para la firma de un acuerdo entre el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) con el gremio industrial y la Cámara de Exportadores de Paraguay.
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La responsable de comercio se mostró "optimista" con respecto de los vínculos económicos entre Estados Unidos y México, a pesar de que, durante su campaña electoral, Trump anticipó que aplicaría aranceles a las exportaciones de México a EU si llegaba a la presidencia.
"México y Estados Unidos tienen una relación muy profunda y un comercio bilateral muy grande. Para algunos estados de EU, México es el principal destino de exportación, y se produce un cruce comercial en ambas vías", dijo Rodríguez.
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Añadió que, en el caso de algunos sectores, como el automotriz, existe un "encadenamiento productivo" entre ambos países, que permite que las piezas crucen varias veces la frontera para su ensamblaje.
"Hoy el discurso de Trump fue conciliatorio. Creo que la relación económica y política de México con Estados Unidos, con el que comparte más de 2,000 kilómetros de frontera, siempre se mantendrá", opinó.
La directiva de Proméxico también dijo que este es un buen momento para que México se acerque a otros países de América Latina, como ya viene haciendo desde antes de los comicios estadounidenses, por ejemplo, con la negociación para profundizar su acuerdo de complementación económica con Brasil.
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El magnate estadounidense Donald Trump se alzó con la victoria presidencial en Estados Unidos tras superar a la aspirante demócrata, Hillary Clinton.
Durante su campaña electoral, Trump dijo que, de llegar a la Presidencia, construiría un muro entre Estados Unidos y México, y deportaría a los 11 millones de inmigrantes indocumentados que viven en EU.
Además, tachó de criminales y narcotraficantes a los inmigrantes mexicanos, y señaló que impedirá que empresas de Estados Unidos inviertan al otro lado de la frontera.
