Europa: una luz para México en la era Trump
NOTA DEL EDITOR: Esta nota fue publicada originalmente en la edición 1205 de la revista Expansión del 1 de febrero de 2017.
Al aceptar la candidatura del Partido Republicano para ir por la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump prometió renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) para conseguir mejores condiciones para su país y amenazó con que, de no obtenerlas, abandonaría el pacto.
La sola declaración encendió las alarmas en México , que envía 80% de sus exportaciones a aquel país.
No obstante, un mes antes, los 28 países que conforman la Unión Europea habían comenzado a renegociar el tratado de libre comercio con México, con un objetivo opuesto al de Trump: profundizar las relaciones comerciales entre ambas regiones.
La reapertura del tratado se ha convertido en una oportunidad para que México aproveche otros mercados, una vez que el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) , un pacto de libre comercio con 11 países de Asia-Pacífico, entró en punto muerto con la victoria de Trump.
“México goza de grandes ventajas y existe un gran potencial para que la Unión Europea se vincule cada vez más con socios mexicanos”, dice el embajador de la Unión Europea en México, Andrew Standley.
El Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM) comenzó a negociarse en 1995 y entró en vigor en el año 2000. Desde ese momento, muchas cosas han cambiado.
“En 1994 contábamos con tan sólo 15 Estados miembros y ahora somos 28”, dice Standley. Se trata de un mercado potencial de 500 millones de personas. México y la Unión Europea han desarrollado tecnologías y productos manufactureros, que son de gran interés en ambas regiones.
El foco de las autoridades europeas y mexicanas en las negociaciones, que planean concluir en 2017 , es modernizar el acuerdo para incluir una mayor apertura agrícola, el comercio electrónico, las compras gubernamentales y reglas de origen.
“Ahora se nos abre la oportunidad obligada de diversificarnos”, dice Alejandro Luna, socio del despacho legal Santamarina & Steta. “Es momento de aprovechar que acuerdos como el tratado de libre comercio con la Unión Europea plantean tener otros mercados. No meter todos nuestros huevos en una misma canasta (Estados Unidos)”.
La ventana de oportunidad que México tiene en el viejo continente se refleja en la diferencia que existe entre los 18,440 millones de dólares (MDD) que México exportó hacia la Unión Europea frente a los 308,787 MDD que envió hacia Estados Unidos en 2015.
Las autoridades del bloque europeo también consideran importante seguir profundizando las cadenas de valor con México en las manufacturas, un rubro que en el acuerdo comercial fue en su mayor parte liberado de aranceles, y en el que hay una oportunidad de crecimiento.
“México es altamente competitivo dada su posición manufacturera, incluso electrónicos y electrodomésticos que pudieran ser introducidos al mercado europeo”, agrega Luna.
Sin embargo, uno de los retos para una mayor integración comercial pasa por la logística.
“Lo que tenemos que trabajar es la cadena logística, en que los productos lleguen en buen estado, en un tiempo razonable y también que tengamos costos competitivos”, dice César Buenrostro, director de Comercio Internacional y Aduanas en la consultora KPMG México.