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6 obstáculos que enfrenta la reforma fiscal en EU

El tiempo, la resistencia y las dificultades para derogar y reemplazar el Obamacare están entre los factores en contra.
jue 16 marzo 2017 10:41 AM
¿Se quedarán esperando?
¿Se quedarán esperando? Los legisladores y Trump corren el riesgo de decepcionar a los mercados y electores si logran muy poco para diciembre. (Foto: KEVIN LAMARQUE/REUTERS)

A pesar de las promesas de personas en altos puestos, la reforma fiscal en Estados Unidos podría no suceder en agosto. De hecho, podría ni siquiera suceder este año.

¿Por qué?

1. El calendario

Quedan menos de 42 semanas en el año. Los legisladores están programados para estar en receso 16 de ellas. Eso deja 28 semanas para que logren hacer todo lo que está en su lista de pendientes antes de que termine el año.

2. Todo lo demás en el expediente

Antes de que puedan lidiar con la reforma fiscal, los líderes republicanos buscan derogar y reemplazar el Obamacare, un esfuerzo descrito como un “incendio de basurero político y una succión de tiempo”, según el analista senior de políticas del Cowen Washington Research Group, Chris Krueger.

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Ellos también deben aprobar dos presupuestos junto con las leyes correspondientes al financiamiento pedido en esos presupuestos para finales de abril y septiembre. Si se les pasa su fecha límite porque no cuentan con los votos, el gobierno se detendrá, lo que retrasará aún más su agenda.

No solo eso, tienen que elevar o suspender el límite de deuda a más tardar en otoño, pero preferiblemente antes.

Todavía no es claro cuánto tiempo pasarán debatiendo el dinero para la inversión de infraestructura que el presidente Trump prometió en campaña.

Pero probablemente habrá mucha pelea sobre los fondos para el muro propuesto por el presidente en la frontera con México. Los demócratas han sugerido que, si incluyen esa “píldora venenosa”, ellos votarán en contra del presupuesto. Hola, paralización.

Pero hay más. Además de los asuntos fiscales, el Senado aún tiene que llevar a cabo varias audiencias de confirmación para el gabinete del presidente y para su nominado a la Suprema Corte, Neil Gorsuch.

Finalmente existe un comité de investigación para los asuntos de Trump que ha levantado preocupaciones, desde los vínculos de su campaña con Rusia a su, hasta ahora sin evidencia, acusación incendiaria de que el expresidente Obama intervinó sus teléfonos antes de la elección.

3. Resistencia por todas partes

Es difícil subestimar qué tan difícil será lograr cualquiera de esas cosas, mucho menos todas ellas.

El apoyo político para derogar y reemplazar el Obamacare resultó inconveniente a la luz de las proyecciones de la Oficina Presupuestal del Congreso sobre que el proyecto de ley resultaría en 24 millones de personas más sin seguro.

Ahora la Casa Blanca y el Senado están pensando cambios importantes para la propuesta.

Mientras tanto, los debates sobre el presupuesto y el límite de endeudamiento no serán menos tensos. Si también salen mal, consumirán tiempo que los legisladores no tienen si en verdad quieren terminar la reforma fiscal este año.

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4. Falta de preparación

Reformar el código fiscal es un esfuerzo complejo que lleva mucho tiempo, con muchas propuestas, debates públicos y, finalmente, acuerdos ganados.

Hasta ahora, sin embargo, solo ha habido una propuesta general por parte de los republicanos. Aún falta una propuesta de los Republicanos del Senado o la Casa Blanca.

5. Choques… muchos de ellos

Cuando se dé un debate por la reforma fiscal, habrá un millón de asuntos que resolver. Pero hasta ahora, solo el impuesto de ajuste fronterizo ha robado todo el oxígeno.

Algunas facciones de legisladores e industrias buscan terminar con el gravamen, mientras otros lo apoyan.En cualquier caso, la expectativa es que la propuesta actual no pasará en el Senado.

Si los legisladores renuncian al arancel también se desharán de un gran impulsor de ingresos, cuyo fin será compensar el costo de las tasas bajas que tanto republicanos y Trump buscan.

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No es que todos los republicanos concuerden en que las reducciones fiscales deberían pagarse. Pero si llegan a un consenso sobre que la reforma deberá ser neutral en cuestión de recaudación; esto es, que debe obtener la misma cantidad de dinero que el código fiscal actual, entonces sería ventajoso para ellos derogar primero el Obamacare.

Lo anterior disminuiría la expectativa sobre cuánto se debe recaudar por la reforma, ya que la derogación eliminaría 600,000 millones de dólares en recaudación por impuestos a Obamacare.

6. El chisme de un jugador clave

El líder de la Mayoría en el Senado, Mitch McConnell, parece haber reconocido la restricción de tiempo, la agenda sobrecargada y la complejidad de transformar el código cuando fue cuestionado recientemente por Politico sobre las metas de la administración Trump en cuestión de la reforma fiscal para agosto.

"Creo que terminar la reforma fiscal tomará más tiempo”, dijo McConnell.

Quizás mucho más, de acuerdo con algunos observadores de políticas.

"[El presidente de la Cámara Paul] Ryan y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, creen que un acuerdo será promulgado antes del receso de agosto.

Pero tenemos que preguntar, ¿piensan en agosto de 2017 o agosto de 2018? Aún no hay consenso en asuntos de importancia”, bromeó el director de estrategias globales de Horizon Investments, Greg Valliere.

"[Los legisladores] corren el riesgo de decepcionar a los mercados y electores si logran muy poco para diciembre, pero el límite de tiempo real es lograr terminar algo antes de las elecciones de 2018”.

Qué podría suceder este año

La probabilidad de que Trump firme una reforma de ley completa tanto para el código fiscal particular como para el corporativo parece extremadamente baja en este momento.

En cambio, “la nueva idea es combinar la reforma fiscal y los beneficios fiscales” para final de año, escribió Krueger en su nota diaria.

Esto es, la reforma fiscal corporativa que es permanente y está pagada, combinada con un paquete de recortes fiscales para particulares que no está pagada, pero que termina después de 10 años.

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Incluso eso podría ser demasiado ambicioso, si cualquiera de los otros asuntos volátiles de la lista de pendientes legislativa explota.

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