Los grandes bancos de EU tienen ganancias monstruosas gracias a Trump
Los grandes bancos están cosechando ganancias monstruosas... y pueden agradecer al presidente estadounidense Donald Trump por su éxito.
Los recortes fiscales corporativos de Trump ayudaron a impulsar los resultados del primer trimestre de Wall Street, y también el reciente caos en el mercado, en el cual Trump jugó un papel estelar en ocasiones.
Morgan Stanley y Bank of America revelaron ganancias trimestrales récord esta semana. Y una medida crucial de la rentabilidad de G oldman Sachs alcanzó un máximo de cinco años .
Y el rey de la banca, JPMorgan Chase, recaudó 8,700 millones de dólares durante los primeros tres meses de 2018. Esa es la mayor ganancia trimestral de cualquier banco estadounidense en la historia.
Los grandes bancos también están aprovechando la economía más fuerte, que ha aumentado modestamente la demanda de hipotecas, préstamos para automóviles y préstamos comerciales.
“Los resultados son ciertamente muy impresionantes. Los fundamentos subyacentes de la banca están bastante fuertes”, dijo Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research.
La industria recibió un gran impulso gracias a la ley fiscal republicana. Los bancos tradicionalmente pagan altas tasas de impuestos, lo que los convierte en uno de los mayores beneficiarios de que la tasa de impuestos corporativos cayera de 35% a 21%.
Lo que Bank of America pagó al Tío Sam cayó 26%, a pesar de que el segundo banco estadounidense ganó 30% más. La tasa fiscal efectiva de Morgan Stanley cayó a 21% desde 29% el año pasado. Las tasas fiscales efectivas de JPMorgan, Citigroup y Wells Fargo también cayeron bruscamente.
Los grandes bancos también han aprovechado el retorno de la volatilidad a Wall Street. El drama del mercado, impulsado por la ofensiva comercial de Trump, así como la caída de las acciones tecnológicas y los temores sobre la inflación, impulsaron las operaciones a medida que los clientes se apresuraban a ejecutar órdenes. Esa es una gran fuente de ingresos para las firmas de Wall Street, que sufrieron un 2017 inusualmente tranquilo.
“El año pasado fue el mejor entorno para los inversores y el peor para las mesas de negociación. Hubo muy poca volatilidad”, dijo Colas.
Impulsadas por el caos del mercado, las ventas y los ingresos por trading de Morgan Stanley se dispararon 25% a 4,400 millones de dólares el último trimestre. El banco de inversión citó “niveles más altos de actividad de clientes”. Los ingresos por negociación bursátil de Bank of America aumentaron 38%.
Los ingresos por trading en Goldman Sachs aumentaron 31% a un máximo de tres años. Goldman Sachs recompensó generosamente a sus empleados: el trabajador promedio ganó 110,000 dólares durante el primer trimestre, frente a los 96,500 dólares del año pasado.
El presidente ejecutivo de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, atribuyó el aumento de la volatilidad a que los bancos centrales están reduciendo los programas de la era de la crisis que contenían las turbulencias del mercado.
“No diría que estamos sacando corchos de champán”, dijo Blankfein a CNBC el miércoles, “pero ciertamente podemos ver lo que sucede cuando comenzamos a caminar de vuelta a un mercado financiero normal”.
Las noticias no fueron buenas para todos los grandes bancos. Las acciones de Wells Fargo cayeron después de que el banco advirtió que enfrenta una multa potencial de 1,000 millones de dólares por automóviles e hipotecas . El asediado banco advirtió que quizás necesitará revisar sus ganancias del primer trimestre. Wells Fargo también está lidiando con sanciones de la Reserva Federal que limitan el tamaño de sus activos a 2 billones de dólares.
Las fuertes ganancias de otros bancos en realidad no impresionaron a los accionistas este trimestre.
Una preocupación es que los grandes bancos se están beneficiando de fuerzas poderosas pero fugaces: volatilidad y recortes de impuestos. El negocio principal —los préstamos— no luce tan fuerte como algunos esperaban dada la fuerte economía y el impacto positivo de los recortes de impuestos corporativos.
Por ejemplo, JPMorgan dijo que sus préstamos comerciales e industriales aumentaron 5% respecto al año pasado, pero bajaron 1% en comparación con el cuarto trimestre.
Marianne Lake, directora financiera de JPMorgan, describió durante una llamada telefónica a los analistas una “desaceleración general de la industria” en los préstamos.
Lake dijo que JPMorgan espera un crecimiento crediticio modesto para 2018, pero señaló que el banco está actuando “de manera muy selectiva y cautelosa, dado el lugar en el que estamos en el ciclo”.
Otro problema que se avecina en el horizonte: el mercado de bonos está teniendo dificultades de nuevo. Las tasas del Tesoro a corto plazo han subido, mientras que las tasas a largo plazo se están reduciendo. Eso se conoce como una curva de rendimiento “que se aplana” y es malo para los bancos, que pagan intereses sobre tasas a corto plazo y otorgan préstamos a largo plazo.
Estas dinámicas ayudan a explicar por qué los inversores no se están apresurando a comprar acciones bancarias en este momento. Colas dijo que a pesar de su éxito, los grandes bancos están cotizando a aproximadamente las mismas valoraciones que el año pasado.
“Aunque los bancos están obteniendo ganancias muy sólidas, los inversores son reacios a recompensarlos”, dijo.