Argentina lanza un SOS al FMI para recibir apoyo financiero
Argentina ha iniciado conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para obtener una línea de apoyo financiero, dijo este martes el presidente Mauricio Macri, tras la elevada volatilidad de los mercados locales en las últimas semanas.
Debido al anuncio, la bolsa argentina -que había caído hasta 5.3% este martes- recortó sus pérdidas al 1.7%. En tanto el peso, que había marcado un nuevo mínimo histórico más temprano, también borró parte de sus pérdidas, para cotizar a 22.35 unidades por dólar.
"Hace minutos hablé con Christine Lagarde, su directora, y nos confirmó que vamos a arrancar hoy (martes) mismo a trabajar en un acuerdo", dijo Macri en un mensaje grabado en el que aludió a las condiciones adversas en plazas globales como el alza del petróleo y la subida de tasas en Estados Unidos.
"Esto nos va a permitir fortalecer este programa de crecimiento y desarrollo, dándonos un mayor respaldo para enfrentar este nuevo escenario global y evitar crisis como las que hemos tenido en nuestra historia", agregó Macri.
Además del contexto internacional adverso, los mercados argentinos están golpeados por amplias ventas de activos en medio de dudas sobre el plan de ajuste fiscal del gobierno y por la reciente implementación de un impuesto a la renta financiera de extranjeros que llevó a inversores a refugiarse en el dólar.
El Banco Central ha vendido más del 10% de sus reservas de divisas desde marzo en un intento de moderar la depreciación del peso, pero esa estrategia no logró frenar la devaluación.
La semana pasada, el ente emisor subió con fuerza su tasa de política monetaria al 40% y el gobierno redujo su meta de déficit fiscal para este año, lo que implicará un ahorro en las cuentas públicas mayor a lo previsto anteriormente.
"La línea de crédito del FMI es la opción menos costosa para el crecimiento de la Argentina. Va ayudar a bajar el riesgo país, permitir acceso al crédito para las PPPs (proyectos a través de sociedades público-privadas)", dijo Miguel Kiguel, director de la consultora Econviews.
El ministro argentino de Hacienda dijo este martes que la búsqueda de financiamiento del FMI apunta a llevar estabilidad al convulsionado mercado local, mientras que declinó dar detalles sobre los montos y las condiciones del acuerdo que el gobierno está negociando.
"Es el financiamiento más barato que tenemos disponible, el fondo presta a tasas que son inferiores a las tasas de mercado", dijo el ministro Nicolás Dujovne en una conferencia de prensa.
"Esto no aumenta el endeudamiento de la Argentina porque simplemente reemplaza otro financiamiento que es más caro", añadió.
Argentina sigue vulnerable a flujos de capitales
El génesis de las tres alzas recientes de tasas de interés en Argentina para frenar el colapso del peso puede rastrearse hasta una conferencia de prensa del gobierno a fines de diciembre, que dejó al país más vulnerable al ánimo de los inversores y los flujos de capitales.
El alza del dólar estadounidense en las últimas semanas y las mayores tasas de interés de la Reserva Federal han puesto a prueba la confianza de los inversores en los mercados emergentes y en Argentina en particular, obligando al gobierno de Mauricio Macri a revivir al peso de golpe apenas cuatro meses después de que adoptó una política monetaria más expansiva.
Después de que el peso tocó un mínimo de cierre histórico de 22.40 unidades por dólar la semana pasada, Argentina elevó su tasa de interés referencial a 40% y redujo su meta de déficit fiscal a 2.7% del Producto Interno Bruto, desde 3.2%.
"Ahora se está volviendo un equilibrio más delicado el conseguir una baja inflación, un crecimiento estable del PIB y seguir financiando un gran déficit fiscal que requiere de una rápida normalización del estrés del mercado", dijo en una nota Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para Latinoamérica de Nomura.
"La meta revisada de déficit fiscal parece alcanzable sólo si disminuye el estrés financiero y sólo si los funcionarios convencen a los mercados de su compromiso con una baja inflación", agregó.
Ese compromiso con la baja inflación quedó en duda en diciembre, cuando el gobierno anunció que elevó su meta de inflación a 15% desde el rango previo con un punto medio de 10%, argumentando que consiguió más espacio para ajustar su política monetaria. Dos semanas después, a comienzos de enero, rebajó la tasa a 28%.
El mercado interpretó que el gobierno apostó a impulsar el crecimiento económico sacrificando el control de la inflación y la credibilidad del banco central quedó en duda.
"Todo cambió para peor en diciembre, cuando modificaron la meta de inflación y luego recortaron las tasas de interés", dijo Claudio Irigoyen, economista jefe para América Latina de Bank of America Merrill Lynch.
Externalidades
Meses después, se sintió el shock externo. Las monedas de mercados industrializados y en desarrollo se vieron presionadas ya que en el primer trimestre el crecimiento económico de Estados Unidos lució más robusto que el de Europa; se confirmaron las expectativas de nuevas alzas de la tasa de interés de la Reserva Federal, lo que llevó a un aumento en la curva de rendimientos estadounidenses, y se apreció el dólar.
Los inversores con exposición a los mercados emergentes, especialmente los involucrados en operaciones de "carry", que piden créditos en dólares para invertir en el extranjero, comenzaron a reducir su exposición y las monedas de mercados en desarrollo, como el peso argentino, fueron golpeadas duramente.
"Cuando el entorno externo se volvió más desafiante, al analizar el panorama de los mercados emergentes Argentina destacaba entre los más vulnerables", dijo Alberto Ramos, jefe de Investigación Económica para América Latina de Goldman Sachs en Nueva York.
Aunque todavía es pronto para decir si las medidas adoptadas la semana pasada por el banco central tuvieron éxito, algunos analistas estuvieron de acuerdo en que fueron necesarias y la acción coordinada ayudó a apaciguar a los inversores.
"Parecen haber hecho lo suficiente dado lo que sabemos ahora en términos de variables externas clave", dijo Alejo Czerwonko, estratega de mercados emergentes de la Oficina Principal de Inversiones de UBS Global Wealth Management en Nueva York, señalando la reciente fortaleza del dólar estadounidense y unos mayores rendimientos de los bonos del Tesoro.
"Si estos elementos cambian, es posible que se necesiten más acciones", agregó.
Si el dólar se mantiene cerca de los niveles actuales frente a sus pares, las últimas dos semanas podrían ser solo un obstáculo en los planes del gobierno argentino para hacer crecer aún más a la economía.
"Por supuesto, los desarrollos del mercado de las últimas semanas tendrán un impacto en las variables macroeconómicas clave, pero no creemos que en última instancia descarrilen la mejora en la combinación crecimiento-inflación ni el avance en la resolución de desequilibrios clave", dijo Czerwonko.