El reto económico para el equipo de transición
El candidato que resulte electo como presidente de México y el equipo de transición deben empezar a coordinar los primeros esfuerzos con el objetivo de impulsar las políticas públicas para lograr el prometido crecimiento económico y no solo enfocarse en lograr estabilidad y dejarse atrapar por la coyuntura que vive el país.
El reto no es sencillo, se estima que para lograr un crecimiento económico por arriba de 2.5% (que es el promedio anual de los últimos 40 años), la inversión pública y privada debe representar el 35% del PIB, la primera debe representar el 8% del PIB, señaló el informe Los 10 retos de la transición política en México del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
En la actualidad la meta se ve lejana. La inversión pública y privada representan el 14% del PIB, y sólo la pública representa el 2.9% del PIB, el nivel más bajo de los últimos 16 años, refieren datos de Hacienda.
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El diseño del paquete económico 2019 que estará a cargo del equipo de transición y el de la actual administración será clave para lograr este objetivo, pues definirá el camino que seguirán los recursos públicos para impulsar la inversión, explicó José Luis de la Cruz, director general del IDIC.
Los equipos de los dos candidatos punteros, según la últimas encuestas, Andrés Manuel López Obrador, de Juntos Haremos Historia, y Ricardo Anaya, de Por México al Frente tienen entre sus principales objetivos recuperar la inversión pública para impulsar el crecimiento económico .
Incluso Abel Hibert y Salomón Chertorivski, asesores económicos de los candidatos, respectivamente, refieren que de entrada se pueden destinar más recursos a la inversión pública si se utilizan los ingresos excedentes a lo presupuestado por ingresos petroleros y tributarios.
En 2017, la Secretaría de Hacienda registró ingresos excedentes por 586,246 millones de pesos (mdp). El IDIC estima que de 2001 a 2016 se tuvieron excedentes por 3.18 billones de pesos.
El monto de los excedentes en 2017, es incluso superior a todo el monto que se destinó a inversión física del sector público ese mismo año; 569,551 mdp.
“Es algo factible, con ese dinero excedente podría aumentarse el gasto en inversión en más de 80% en un año, pero aquí cabe señalar que no es fácil prever esos excedentes pues dependen de volatilidades en variables como el tipo de cambio y el precio del petróleo”, dijo De la Cruz.
Información de México Evalúa, una think tank especializada en política pública, refiere que los excedentes son repartidos en su mayoría de manera discrecional, lo que no permite un total seguimiento al uso de estos recursos públicos.
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Un mayor crecimiento económico requiere de una mejor distribución de ingresos públicos, transparente y libre de corrupción, que se dirijan a programas y proyectos que eleven el promedio del valor agregado de la producción en México, explicó De la Cruz a Expansión.
Incluso sugiere que la próxima administración debe designar a la Secretaría de Economía el mandato de alcanzar las metas de crecimiento económico, pues en la actualidad no hay una institución pública que se encargue de ello. “Se le ve como un resultado, no como un objetivo”, agregó.
El trabajo y análisis que debe hacerse para la distribución de los ingresos no es sencillo para ningún equipo de transición, incluso cuando ha sido un cambio de gobierno del mismo partido, advirtió Gabriel Casillas, presidente del Comité de Estudios Económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF) la semana pasada.
Sin embargo, analistas y grupos financieros pronostican que en 2019, el primer año del nuevo gobierno, la economía crezca a menor ritmo que en 2018. Banorte prevé un crecimiento de 1.8% para el año entrante, y de 2.5% para éste. Barclays tiene una previsión de 1.9% para el siguiente año, mientras que su última proyección para 2018 es de 2.7%.