5 lecciones que dejó a México la crisis de 2008
Una de las principales máximas de la sabiduría popular reza “el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla”. La crisis financiera del 2008-2009 dejó lecciones en varios países del mundo , empezando por Estados Unidos, el país en el que se gestó. Y México está entre ellos.
Traer a la memoria lo aprendido es útil pues en economía las fases de expansión y depresión son cíclicas. Los analistas empiezan a coincidir en que una nueva fase de desaceleración podría suceder en 2020. “Los ciclos económicos desde los sesenta duran cinco años en promedio y ahora lleva nueve años. Empieza haber consenso de cuándo viene una desaceleración”, refiere Gabriel Casillas, director general adjunto de Análisis Económico de Banorte.
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Será entonces cuando los países pongan a prueba los aprendizajes de la Gran Recesión, cuyo inicio se cuenta a partir de la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2018.
Por lo pronto, lo que les queda hacer es un recuento de las lecciones, de las medidas que funcionaron en ese momento, para repetirlas si es el caso, o las que no lo hicieron, para evitarlas.
“Estamos bien preparados para soportar una crisis como la de aquel momento”, refiere el economista Jonathan Heath.
A la pregunta, ¿qué le dejó a México la crisis de 2008?, estas son algunas respuestas:
1. La crisis dejó claro que la economía de México y Estados Unidos están íntimamente relacionadas . “Seguimos igual de integrados y relacionados”, refiere Casillas. La caída del PIB de México en 2009 fue de -6.16%, más abrupta que en Estados Unidos de -3.45%. No obstante, según Heath, gran parte de esa caída se debió al brote de la pandemia de influenza AH1N1.
2. La crisis de 2008 dejó ver que México podía autorregular su déficit de cuenta corriente. “Antes de la crisis cuando bajaba la demanda externa, máxime en Estados Unidos, caían las exportaciones pero no las importaciones, y entonces se ampliaba su déficit haciéndonos más vulnerables”, refiere Casillas. Pero las exportaciones y las importaciones están más relacionados, porque México ya produce más productos de valor agregado para la exportación, y cuando caen las primeras caen también las segundas. Eso impide que el déficit se amplíe, refiere el economista.
3. México se dio cuenta que tenía que valió la pena contar con una regulación financiera que algunos países calificaron de muy restrictiva, pues en la crisis no quebró ninguna institución financiera. “Después de la crisis de 1994 fuimos los primeros en cumplir con Basilea I y II, y con la III, tanto en requerimientos de liquidez como de capital (de los bancos)”, dice Casillas.
En el mercado de valores, la crisis sirvió para mejorar la transparencia de información de las empresas, pues en ese entonces algunas como Comercial Mexicano y Bimbo, se vieron afectadas por la compra de derivados.
4. En 2008 fue la primera vez que el gobierno mexicano utiliza una política anticíclica para paliar una crisis económica. “México solía aplicar políticas procíclicas, como el aumento de impuestos, la disminución del déficit”, apunta Casillas. Pero ante la Gran Recesión, el país llevó a cabo una política fiscal expansiva, que combinó la reducción de impuestos con incrementos en el gasto público, recortes en tarifas eléctricas, descuento en las aportaciones al IMSS, con el objetivo de estimular el consumo y la inversión. Y por el lado de la política monetaria, también fue la primera vez que el Banco de México utilizó una política monetaria expansiva, con la reducción de la tasa de interés en casi 50%.
5. Lamentablemente un legado de la crisis de 2008 para México y otros países fue un aumento de la desigualdad. El uso del mecanismo de compras de deuda pública (expansión cuantitativa) que utilizaron varias economías y la disminución de las tasas de interés, fue la medida que usaron los países, empezando por Estados Unidos para estimular sus economías que provocó el enriquecimiento de unos cuantos, según Casillas. “Benefició a los que tenían una posición en bonos, que normalmente son las clases altas, aumentando su riqueza”, dice el doctor en Economía.
Los efectos también se sintieron en México. Los efectos de la crisis los padecieron las clases medias y las menos favorecidas, lo que ha favorecido el triunfo del populismo.