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¿Arabia Saudita podrá recuperar a sus socios tras el caso Khashoggi?

Las relaciones comerciales del reino han sido dañadas por el asesinato del periodista, cometido en el consulado de Estambul.
mar 06 noviembre 2018 05:30 AM
A flote
A flote. Los organizadores de la cumbre cono cida como el Davos del desierto se apresuraron a mantener el programa en operación, a pesar de que docenas de oradores y moderadores cancelaron su asistencia.

RIAD (CNN)- Las relaciones comerciales globales que habían sido cuidadosamente cultivadas por Arabia Saudita se han visto gravemente dañadas por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, lo cual arroja serias dudas sobre las reformas económicas del reino.

El reino había esperado que una conferencia de inversión en Riad hace dos semanas fuera una celebración llena de estrellas del programa Visión 2030 del príncipe heredero Mohammed bin Salman para transformar la economía, a la que asistieran las figuras más importantes de Silicon Valley, Wall Street y las corporaciones multinacionales.

La mayoría de los grandes nombres se retiraron a medida que emergían los detalles sobre la muerte de Khashoggi en el consulado saudí en Estambul. Tras haber negado previamente cualquier conocimiento de su muerte, Arabia Saudita ahora admite que el asesinato fue premeditado, y ha prometido llevar a los perpetradores ante la justicia.

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Riad ha sostenido que ni Bin Salman ni su padre, el rey Salman, sabían de la operación para atacar a Khashoggi. Los funcionarios estadounidenses han dicho a CNN que es altamente improbable que la operación se haya llevado a cabo sin el conocimiento del príncipe, que controla el aparato de seguridad del país y está dirigiendo la investigación.

En la conferencia de Riad, ampliamente conocida como “Davos en el desierto”, los organizadores se apresuraron a mantener el programa en operación, a pesar de la pérdida de docenas de oradores y moderadores. Los funcionarios del gobierno saudita pusieron su mejor cara.

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“Estamos sufriendo un golpe, pero nos mantenemos firmes y avanzamos. Estoy seguro de que saldremos de esto con más fuerza”, dijo el ministro de Energía de Arabia Saudita, Khalid Al-Falih, a CNN Business.

Los organizadores dijeron que más de 3,500 personas participaron en la Iniciativa de Inversión Futura, y muchas de ellas abarrotaron el centro de conferencias para aplaudir a Bin Salman cuando habló durante una mesa redonda del miércoles 24 de octubre.

Pero el ánimo general fue apagado y la multitud estaba compuesta en gran medida por ejecutivos de menor nivel y funcionarios de gobiernos regionales, como Emiratos Árabes Unidos y Bahrein. Rusia, que dice que no hay razón para cuestionar la versión de Riad sobre el asesinato de Khashoggi, también envió una delegación de 30 miembros.

Mahmood Alkooheji, presidente ejecutivo de Mumtalakat, el fondo de riqueza soberana de Bahrein, reconoció que los inversores internacionales “necesitarían tiempo”.

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Algunos no se han desanimado por la controversia.

“Es un periodo que están atravesando, pero afortunadamente hay un mañana”, dijo Christos Marafatsos, presidente de la correduría Blue Sky Capital y vicepresidente de la Coalición National Diversity Coalition for Trump.

Su compañía aún no ha invertido en el reino, pero está interesada en los medios y el entretenimiento, sectores que son fundamentales para la visión de Bin Salman de crear más oportunidades para la creciente y joven población del país.

Lee: El príncipe saudí bin Salam habla por primera vez desde la crisis de Khashoggi

“Hay muchas oportunidades en el reino en este momento, especialmente con el liderazgo de [Bin Salman] y las reformas”, dijo Marafatsos.

Pero las compañías globales que no asistieron a la reunión de Riad no se apresurarán a regresar, a pesar de ese enorme potencial.

Credit Suisse era un socio estratégico de la conferencia, y uno de sus principales accionistas es el grupo Olayan de Arabia Saudita. Su presidente ejecutivo, Tidjane Thiam, decidió no asistir.

La verdad debe ser hallada

El presidente del banco suizo, Urs Rohner, dijo a CNNMoney en Suiza que él necesitaría más información sobre el caso de Khashoggi antes de tomar una decisión sobre futuros negocios.

“Tendremos que ver cuál será el resultado al final”, dijo. “Eso es algo que supervisamos con mucho cuidado. Seguiremos haciéndolo y luego, en última instancia, formaremos una opinión y llegaremos a una conclusión sobre qué hacer”.

Es una decisión compleja, incluso para empresas con miles de empleados saudíes y socios locales.

“La verdad debe ser encontrada y se debe hacer justicia”, dijo el lunes el CEO de Siemens, Joe Kaeser, al explicar su decisión de no asistir a la conferencia.

“El tiempo dirá cómo se desarrollarán las cosas. Y espero que haya claridad, transparencia y justicia más temprano que tarde”.

Al hablar en la conferencia del miércoles, Bin Salman dijo que el reino superaría cualquier desafío y que sus proyectos y reformas continuarán.

En el corazón del plan de diversificación están los proyectos para desarrollar el turismo en el Mar Rojo, construir la ciudad de entretenimiento más grande del mundo (conocida como Qiddiya) cerca de Riad, y Neom, una megametrópolis futurista de 500,000 millones de dólares que abarca tres países.

No se anunciaron nuevos socios internacionales esta semana, y algunas de las iniciativas han perdido patrocinadores de alto perfil desde que comenzó el clamor por Khashoggi.

El multimillonario Richard Branson se retiró del proyecto del Mar Rojo y suspendió las conversaciones con el gobierno saudí sobre una inversión de 1,000 millones de dólares en las compañías espaciales de Virgin. Neom perdió a varios miembros de su consejo asesor a raíz de la muerte de Khashoggi.

Otro multimillonario, el presidente ejecutivo de SoftBank, Masayoshi Son, fue uno de los primeros en respaldar el proyecto Neom cuando se dio a conocer el año pasado.

Son originalmente estaba incluido como orador en el evento de este año, pero abandonó Riad después de reunirse con funcionarios gubernamentales, antes de que comenzara la conferencia.

Reuniones a puerta cerrada

El presidente ejecutivo de Neom, Nadhmi al-Nasr, insistió en que su negocio no se había visto afectado por la frialdad en las relaciones.

“Hemos tenido decenas de reuniones con nuestros socios a puerta cerrada aquí... y el énfasis de todas esas reuniones es el compromiso y, vamos, sigamos adelante”, dijo el jueves.

Los analistas son menos optimistas sobre el progreso que Bin Salman está haciendo por terminar la dependencia de la economía a lo que una alguna vez llamó su “adicción al petróleo”.

Se firmaron acuerdos en Riad esta semana, pero la mayoría fueron con el gigante petrolero estatal Aramco.

"Nuestros datos dejan pocas dudas de que Visión 2030 ha tenido un comienzo muy lento”, escribió Verisk Maplecroft, una firma global de asesoría de riesgos, en un informe publicado el jueves.

“Sin un programa de reforma viable, Arabia Saudita corre el riesgo de quedarse con un heredero debilitado y todavía en busca de un camino claro para alejarse de su dependencia excesiva hacia las exportaciones de petróleo”.

Mark Thompson y John Defterios contribuyeron a este artículo.

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