Los aranceles de Trump no son el único problema de China
HONG KONG (CNN) - China está resistiendo la guerra comercial hasta el momento, pero sus problemas económicos son profundos y podrían escalar rápidamente si los aranceles de Estados Unidos realmente comienzan a afectarle.
Beijing ya está batallando con otros problemas que la guerra comercial podría exacerbar. La economía de China ahora está creciendo a su ritmo más lento desde la crisis financiera mundial.
China está cargada de deudas y enfrenta preocupaciones sobre una burbuja inmobiliaria y un debilitamiento de la moneda.
A pesar de los nuevos aranceles del gobierno de Trump sobre 200,000 millones de dólares (mdd) en productos chinos, las exportaciones siguen creciendo fuertemente, con un alza de 16% en octubre.
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Pero eso podría cambiar en los próximos meses si los aranceles aumentan a 25% desde 10% a finales de diciembre, como Estados Unidos ha amenazado, lo cual se sumaría a la creciente lista de problemas de China.
Deuda fuera de control
La economía china se expandió rápidamente en los años posteriores a la crisis financiera mundial gracias a sus repetidos atracones de deuda.
“El crecimiento de China ha sido altamente intensivo en crédito”, dijo Gerard Burg, economista senior asentado en Sydney del National Australia Bank. El monto total de la deuda en el sistema financiero chino es ahora varias veces el tamaño de toda la economía.
Parte de este dinero se ha destinado a la construcción de puentes, carreteras y otras infraestructuras. Pero mucho ha terminado en partes menos productivas de la economía, como las grandes e ineficientes empresas dirigidas por el Estado. El sector privado más dinámico no se ha beneficiado tanto.
A fines del año pasado, Beijing intensificó sus esfuerzos para controlar los altos niveles de deuda, que es una de las razones principales por las que la economía está perdiendo impulso.
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Algunos analistas se muestran escépticos sobre el compromiso del gobierno chino con la limpieza de su sistema financiero, especialmente a medida que la desaceleración se profundiza y la guerra comercial se intensifica.
Muchos gobiernos provinciales y empresas dirigidas por el Estado tendrían dificultades para mantenerse a flote sin inyecciones regulares de crédito barato, de acuerdo con Kevin Lai, economista del banco de inversiones Daiwa Capital Markets.
Cortar sus líneas de crédito “tendría repercusiones muy negativas, como malestar social, despidos y quiebras”, dijo Lai. Ese es un escenario que Beijing quiere evitar.
Moneda en descenso
El gobierno también está tratando de evitar la presión sobre el yuan de China, que ha caído más de 9% frente al dólar desde enero. Ha sido afectado por las preocupaciones sobre la salud de la economía china y los aumentos de tasas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, que ha hecho subir el dólar.
El yuan más débil ha impulsado la enorme industria de exportación de China, debido a que hace que los productos chinos sean más baratos en los mercados globales. Pero las caídas del yuan ya han causado dolores de cabeza en el pasado.
En medio de fuertes caídas en 2015 y 2016, vastas sumas de dinero salieron de China y los
inversores apostaron a que el yuan seguiría cayendo. La crisis obligó a Beijing a gastar cientos de miles de millones de dólares para apuntalar su moneda.
Un yuan en rápida caída podría convertirse en un círculo vicioso, de acuerdo con Manu Bhaskaran, fundador de Centennial Asia, una empresa de investigación con sede en Singapur.
“Podría haber una gran salida de capital y eso podría alimentar el ciclo”, dijo.
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Parece que Beijing ha comenzado nuevamente a recurrir a su enorme fondo de reserva de monedas extranjeras en los últimos meses para frenar las caídas del yuan, de acuerdo con la firma de investigación Capital Economics.
Burbuja inmobiliaria
Otra de las amenazas que acecha es el sobrecalentado mercado inmobiliario del país.
Los precios han aumentado en más del doble en la última década, según la firma de investigación Gavekal, avivados por las bajas tasas de interés y la escasez de viviendas en las principales ciudades.
Pero el mercado inmobiliario ahora “parece estar mostrando algunas grietas”, dijo Aidan Yao, economista de mercados emergentes de AXA Investment Managers. Señaló algunos casos en que los grandes promotores inmobiliarios rebajaron los precios ante el debilitamiento de la demanda.
“Es solo cuestión de tiempo antes de que el mercado se enfríe”, agregó Yao.
La industria inmobiliaria ha sido uno de los pocos puntos destacados de la economía de China este año, pero se convertirá en una carga si se desploma, de acuerdo con los analistas de la firma de investigación Fitch Solutions.
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“Esto agregará otra capa de presión”, escribieron en una nota a los clientes el mes pasado.
Problemas crónicos
Los funcionarios chinos han recurrido a recortes de impuestos, al gasto en infraestructura y a una política monetaria más flexible en su búsqueda por impulsar el crecimiento. Pero algunos expertos piensan que estas son recetas equivocadas para los problemas económicos del país.
“Los problemas de China son crónicos, no agudos”, dijo Derek Scissors, experto en China del American Enterprise Institute, un centro de estudios con sede en Washington.
En su opinión, los principales problemas, como el rápido envejecimiento de la población china y el entorno empresarial no competitivo, están siendo ignorados en gran medida.
El gobierno chino ha relajado su política de un solo hijo de décadas de duración y ha tratado de aumentar la competencia con planes para dar a las empresas extranjeras un mayor acceso en áreas como la banca y el sector automotriz.
Pero esas medidas han llegado demasiado tarde o no tienen un alcance suficiente, lo que genera serias preocupaciones sobre el futuro económico a largo plazo de China, de acuerdo con Scissors.
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“Las economías viejas y endeudadas no crecen”, dijo.