Los vendedores de las Afores se pelean a muerte por tu cuenta
La cuenta regresiva ya comenzó. A Carlos Ramírez le restan unos cuantos días al frente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), que regula la administración de 3.5 billones de pesos, producto del ahorro de los mexicanos.
Llegó el momento de dejar informes y hacer un recuento de lo alcanzado y de los pendientes. “Dejamos un mejor sistema del que nos encontramos”, dice el funcionario que llegó al cargo hace seis años invitado por Luis Videgaray, en ese entonces nombrado secretario de Hacienda.
Hace un par de meses hizo pública su insatisfacción por no haber logrado una reforma de pensiones en estos seis años . Pero hay un pendiente con efectos más a corto plazo que le genera preocupación: un nuevo repunte en el traspaso de cuentas entre las Administradoras de Ahorro para el Retiro (Afores).
“Estamos viendo una efervescencia comercial. Hay 40,000 personas (vendedores) queriéndote cambiar de Afore, se están peleando a muerte para cambiarte”, sostiene Ramírez, y agrega que le corresponderá ya a la nueva administración hacer algo para contenerlo.
“Nosotros ya hicimos lo que nos correspondía para bajar la ola que crecía en 2014”, agregó.
El año pasado concluyó con 2.4 millones de traspasos, este año cerrará con 3 millones, dice, el primer incremento después de contenerlos con los cambios regulatorios de 2014. De no haber sido por esas modificaciones actualmente habría 5 millones de traspasos por año, dice.
“Lo encontramos (el sistema) en 2.4 millones de traspasos. No lo bajamos, pero los mantuvimos constante”, refiere.
Los traspasos son un arma comercial de las administradoras para aumentar el número de cuentas que administran. El problema es que destruyen valor, pues las personas no eligen a la Afore por sus cualidades, como menores comisiones o mejores rendimientos.
“El 90% de quienes cambian de afore, lo hace por convencimiento, los vendedores inducen el traspaso y ofrecen cualquier cosa con tal de que te cambies”, agrega Ramírez.
Los cambios regulatorios de 2014 lograron contener la guerra entre Afores de ese entonces. Consar incorporó elementos biométricos para identificar a los trabajadores y a los agentes promotores, y requisitos de certificación para estos últimos, además estableció sanciones para traspasos indebidos.
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Producto de esos cambios, el regulador evitó 7 millones de cambios de una afore a otra, desde ese año, y mejoró la calidad de los mismos: actualmente cuatro de cada 10 son a una afore de menor rendimiento, en ese entonces eran seis de cada 10.
Pero no fue suficiente. Aún las administradores emplean gran parte de sus ingresos, que provienen de las comisiones que cobran las Afores a los trabajadores, para ese tema en lugar de para mejorar la administración de las cuentas.
Las empresas generan alrededor de 35,000 millones de pesos de ingresos, y de ellos alrededor de 10,000 millones se van al gasto comercial. “Si redirigieran 30% de eso a inversiones y servicios sería otra industria”, refiere.
Sobre qué hacer respecto a este tema mencionó que una opción es digitalizar el cambio de afore, y hacerlo a través de la aplicación, aunque el reto es incluir candados para que sean seguros.