Publicidad
Publicidad

Presupuesto 2019, la prueba de fuego para AMLO

Uno de los primeros retos para el próximo gobierno será hacer cuadrar sus necesidades y promesas con los ingresos disponibles.
jue 29 noviembre 2018 11:40 AM
Obstáculos
El reto del gobierno de López Obrador es generar los ahorros para echar a andar los proyectos sociales y de infraestructura sin aumentar la deuda.

Nota del editor: Este texto fue publicado en la edición 1239 de la revista Expansión.

Después del encuentro con el presidente Enrique Peña Nieto en Palacio Nacional, el 3 de julio, Andrés Manuel López Obrador advirtió que el aumento de las pensiones para adultos mayores y las becas para jóvenes estarían incluidas en el gasto público para 2019. Un día después, al reunirse con el Consejo Coordinador Empresarial, advirtió que ambos programas costarán unos 150,000 millones de pesos al año.

“Aunque nos quedemos sin camisa en el gobierno, se tienen que liberar estos fondos”, advirtió. Además, prometió: se financiarán sin aumentar impuestos ni con deuda pública. De ahí que la pregunta que asalta a economistas y analistas es cómo logrará esa y otras promesas.

El diseño del próximo presupuesto y de la ley de ingresos para 2019 es, quizás, el primer reto del nuevo gobierno. Su elaboración está a cargo de la administración actual y del equipo de transición de López Obrador, y debe ser entregado al Congreso antes del 15 de diciembre.

Lee: 10 gráficas económicas que muestran la era Peña Nieto

AMLO ha dicho que los recursos para financiar los nuevos proyectos provendrán de disminuir y redistribuir el gasto público. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire, pues la implementación de esas medidas y sus resultados requieren tiempo, y, por lo pronto, hay proyectos ambiciosos que se quieren poner en práctica el primer año de gobierno.

Publicidad

El desafío de sumar y restar

“El gran reto es generar los espacios y ahorros suficientes para echar a andar los proyectos sociales y de infraestructura sin incrementar los niveles de deuda, los impuestos ni el déficit en las finanzas públicas”, refiere Roberto Colín, integrante de la Comisión Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM). Cabe mencionar que los ingresos fiscales de México representan 17.2% del PIB, los más bajos entre los miembros de la OCDE.

Las propuestas para obtener mayores recursos del candidato vencedor pasan por medidas de austeridad y reducción del gasto obtenida de una menor corrupción.

En un estudio de Citibanamex, el economista Sergio Luna llegó a la conclusión: luchar contra la corrupción, probablemente, genere más recursos que la austeridad. Se refiere, en concreto, a la propuesta del próximo secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, de centralizar las compras de gobierno, con la que espera liberar recursos por 500,000 mdp. El otro ahorro importante provendría de reducir los salarios de los funcionarios de alto nivel, que ganan más de 1 mdp al año.

Además, a mediados de julio, López Obrador difundió su plan de austeridad de 50 puntos. A partir del primer año, dice, ya no habrá autos para funcionarios, sólo tendrán secretarios particulares los secretarios, se suprimirán programas duplicados y oficinas de prensa, y se reducirá 70% el personal de confianza, entre otras cosas.

“Con base en los artículos de nómina y adquisiciones (centralizadas), creemos que sería realista obtener 120,000 mdp en el primer año”, refiere Luna.

Lee: AMLO gobernará con la inflación fuera de la meta

Pero el presupuesto debe considerar, además, gastos obligatorios, como el pago de pensiones, de intereses por la deuda pública y las transferencias de la federación a los estados, que cada año son mayores, señala Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Asimismo, en la parte de ingresos se prevé para 2019 un menor precio que el de 2018, para la mezcla mexicana del petróleo, y volatilidad en el tipo de cambio por amenazas de más aranceles por parte de Estados Unidos, y el incierto futuro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), señala Colín.

“Será uno de los presupuestos más apretados para un nuevo gobierno, a causa de condiciones marcadas por la administración actual: menos gasto en obra pública, acompañada de mayor deuda. Tan sólo de abril a mayo, vimos que la deuda pública aumentó más de 250,000 millones de pesos”, comenta Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público de México Evalúa.

No obstante, el equipo de Hacienda del presidente electo, liderado por Carlos Urzúa, muestra confianza en que el plan de austeridad liberará 500,000 mdp, suficientes para cubrir los costos de los programas de las personas de la tercera edad, becas a jóvenes estudiantes, disminuir la deuda y reorientar los primeros recursos para proyectos de infraestructura.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad