Los dimes y diretes económicos de AMLO pueden afectar a las inversiones
CIUDAD DE MÉXICO No es la primera vez que el presidente Andrés Manuel López Obrador sale por la mañana a manifestar su desacuerdo con un trabajo técnico que estima menor crecimiento económico para el país. En la pasada conferencia m atutina, el político tabasqueño salió a rebatir la última proyección de Hacienda.
“Yo creo que se quedaron cortos en la proyección, vamos a crecer cuando menos 2% este año”, soltó López Obrador sin mostrar estudio alguno. Un día previo, Hacienda redujo su estimación de crecimiento a un rango entre 1.1% y 2.1% para este año.
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Estas divergencias dentro del gobierno mandan señales de nerviosismo hacia los inversionistas y levantan dudas entre las agencias calificadoras. “Esta distorsión de mensaje definitivamente afecta más, pues estamos bajo la lupa de las calificadoras”, dijo en entrevista Alejandro Limón, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
“Este desvarío de mensajes definitivamente no es lo mejor para mantener tranquila la inversión extranjera o privada”, añadió.
Este caso se repitió en enero pasado. López Obrador lanzó el reto a analistas e instituciones financieras que revisaron a la baja sus perspectivas de crecimiento: “si ellos dicen uno por ciento, yo digo más de dos, o sea digo el doble”.
“El análisis de la Secretaría de Hacienda se apega más a la realidad y responde a un planteamiento técnico (...) Los analistas e inversionistas toman decisiones con base en datos duros de hacienda y no necesariamente sobre las declaraciones presidenciales”, dijo en entrevista Fernando López Macari, presidente nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
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El gobierno mexicano tiene el objetivo de crecer 4% en promedio durante el sexenio. Sin embargo, la economía a nivel global ha perdido ímpetu por las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos. México no ha estado exento de un menor crecimiento, un reflejo de esto es la baja en los ingresos presupuestarios de los dos primeros meses del año.
Un estudio de la agencia calificadora Standard & Poor's (S&P) advirtió que existe el riesgo que un estímulo limitado para crecer desde el sector público y la confianza menguada de los inversionistas que reduce la inversión del sector privado pueda disminuir el crecimiento económico de México.
"Esto podría contribuir al deslizamiento fiscal y la incertidumbre en el mercado financiero, empeorando el perfil financiero del soberano y bajando la calificación crediticia", destacó S&P en su análisis sobre los riesgos para México de la actual administración.