Trump pelea contra los molinos de viento
Nueva York (CNN).- Los españoles tienen ese famoso libro con el caballero que va inclinándose ante los molinos de viento porque cree que son gigantes descomunales.
Los estadounidenses tienen al presidente cuyo odio a los molinos de viento no es menos épico. Cree que son asesinos de aves causantes de cáncer que reducen el valor de las propiedades, y luchó en contra de que quedaran a la vista de su campo de golf.
“Hillary quería impulsar el viento”, dijo el presidente Donald Trump en una recaudación de fondos para republicanos en Washington el martes, dando inicio a una extensa perorata acerca de los males de los molinos de viento (turbinas eólicas, con mayor precisión) y la ineficiencia de la energía eólica. Vale la pena revisarlo por completo, ya que claramente se está convirtiendo en parte de su discurso de campaña y nutre su desconfianza en las energías renovables y su burla hacia el cambio climático.
Trump: “Si tienes un molino de viento cerca de tu casa, felicidades, tu casa acaba de perder 75% en valor.
Trump luchó durante una década contra el esfuerzo del gobierno escocés para instalar un parque eólico de energía renovable frente a la costa de Aberdeen, que podía verse desde su campo de golf homónimo en ese mismo lugar. Él lo llamó una “idea horrible” y “fea” en los documentos judiciales.
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El caso de Trump contra los molinos de viento escoceses fue a la Corte Suprema del Reino Unido en 2015, según Quartz. El parque eólico se completó en 2018. En febrero, para colmo de males, el campo de golf de Trump recibió la orden de pagar las cuentas legales del gobierno escocés del caso, según la BBC.
Nota: Trump no tiene el mismo desdén por las perforaciones petroleras en alta mar, que su gobierno ha impulsado a través de una orden ejecutiva, aunque eximió a Florida, donde Trump posee propiedades en la costa. Otros estados también se han quejado y un juez de Alaska recientemente bloqueó el esfuerzo de perforación de Trump en las aguas del Ártico y en áreas del océano Atlántico.
En cuanto a si los molinos de viento afectan los valores de una propiedad, la evidencia es mixta. Este fue el tema de una verificación de hechos de CNN cuando Trump hizo esa afirmación el mes pasado, al decir que los molinos de viento hacían descender los valores de las propiedades en 65%. La afirmación de Trump no fue respaldada por los hechos cuando decía que era del 65% y se sostiene aún menos ahora que ha elevado el daño al 75%.
Trump: “Y dicen que el ruido causa cáncer. Ustedes me dijeron eso, OK”. (Luego hizo círculos con sus manos y un ruido con su boca). "Ya saben, la cosa hace así...”.
No está claro quién le dijo eso a Trump, pero no hay pruebas que lo respalden. Hay frustraciones con el ruido de las turbinas de viento y han provocado reportes de insomnio y mareos entre algunas personas que viven cerca de ellas. Los estudios científicos no han identificado ningún riesgo para la salud humana.
Las peculiares teorías de salud de Trump están bien documentadas. Está nervioso acerca de las vacunas y no cree en el ejercicio, por ejemplo.
Trump: “Y, por supuesto, es como un cementerio para los pájaros. Si amas a los pájaros, nunca querrás caminar bajo un molino de viento porque es una vista triste, muy triste. Es como un cementerio. Ponemos una pequeña estatua para los pobres pájaros. Es cierto. Sabes que en California si le disparas a un águila calva te meten en la cárcel durante cinco años. Y, sin embargo, los molinos de viento acaban con todas ellas. Es cierto. Las eliminan. Es terrible”.
Sí, las turbinas eólicas matan a las aves. Cientos de miles de ellas, según la American Bird Conservancy. El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos sugiere que algunas estimaciones de muertes de aves de ambas partes están sesgadas. Las líneas eléctricas tradicionales matan a muchas más aves que las turbinas eólicas. Pero también es que existen muchas más de ellas.
Con respecto a las águilas, el gobierno de Obama incrementó considerablemente el número de águilas calvas o doradas protegidas que pueden resultar muertas o lesionadas por las turbinas eólicas antes de que las compañías de energía eólica enfrenten sanciones.
Trump: “En la CPAC, conté la historia sobre la mujer que quiere ver televisión y le dice a su esposo: '¿Sopla el viento? Me encantaría ver un programa esta noche, cariño. El viento no ha soplado en tres días. No puedo ver la televisión, cariño. Cariño, por favor, dile al viento que sople”.
Si el viento deja de soplar un día, la electricidad no se apaga. La energía eólica alimenta a la red eléctrica. Las personas obtienen electricidad de la red eléctrica. Aproximadamente el 6% de la electricidad total de Estados Unidos proviene de la energía eólica, según el Departamento de Energía. Es mucho más alto en algunos estados: más del 30% en Iowa y Dakota del Sur. Pero ha estado creciendo como parte de la producción de energía estadounidense y se espera que proporcione el 20% de la electricidad de Estados Unidos para 2030. No sería sostenible proporcionar toda la electricidad con energía eólica, pero es un aporte importante.
Por cierto, la red eléctrica de Estados Unidos es terriblemente obsoleta y actualizarla desde un conjunto regional de tres redes a uno nacional sería una inversión masiva, pero haría que el país fuera mucho más eficiente y estable.
Trump: “No, el viento no es tan bueno y no tienes idea de lo costoso que es fabricar esas cosas. Todas están hechas en China y Alemania, por cierto. Por si acaso, no las fabricamos aquí, esencialmente.
La industria eólica ha estado en una buena racha. La ocupación de más rápido crecimiento en Estados Unidos en 2017 fue la de técnico de turbinas eólicas, aunque sigue representando una pequeña parte de la economía, según la Oficina de Estadísticas Laborales. Más de 105,000 estadounidenses están empleados en la industria eólica en los 50 estados, de acuerdo con la American Wind Energy Association, un grupo comercial. La industria depende de las importaciones de “una amplia gama” de países, de acuerdo con el Departamento de Energía.
Según la Agencia de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), la fabricación de turbinas eólicas de Estados Unidos está dominada por tres compañías: General Electric, Siemens y Vestas.
Pero cada una de ellas tiene instalaciones de manufactura tanto nacionales como internacionales. Vestas, una empresa danesa, por ejemplo, tiene una gran planta en Pueblo, Colorado. GE fabrica turbinas en China, pero también en Little Rock, Arkansas, y Grand Forks, Dakota del Norte.
Trump también se jactó de que Estados Unidos era ahora el principal productor de petróleo y gas natural del mundo y dijo que eso había sucedido en los últimos dos años. Es cierto que Estados Unidos recientemente eclipsó a Rusia y Arabia Saudita para convertirse en el mayor productor de petróleo del mundo, pero eso coronó el crecimiento que comenzó en 2011, de acuerdo con la EIA.
Claramente, a Trump le gustaría enfocarse en ello. El presupuesto de Trump, que es poco probable que se convierta en ley, propuso recortar los fondos federales para la investigación de energía renovable del Departamento de Energía en un 70%.