Los inversionistas presionan a petroleras por cambio climático
Equinor se convirtió en la más reciente compañía energética europea en ceder ante la presión de los inversores sobre el cambio climático.
El productor estatal noruego se une a las principales compañías petroleras Total, Royal Dutch Shell y BP, así como al gigante de la minería del carbón y de productos básicos Glencore, al tomar medidas para que sus negocios sean más ecológicos.
Aunque ninguna de las compañías tiene planes inmediatos para reducir su producción de combustibles fósiles, han dado pasos para aumentar la transparencia sobre las emisiones e invertir en energía limpia.
La oleada de actividad sugiere que la presión aplicada por los inversionistas está teniendo efecto en Europa. Pero los accionistas activistas enfrentan una tarea mucho más difícil en Estados Unidos, donde las compañías petroleras muestran poco interés por el cambio.
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El riesgo para las compañías energéticas estadounidenses es que terminen estando más expuestas a una eventual represión de las emisiones de carbono.
Equinor, que usó el nombre de Statoil hasta 2018, dijo el miércoles pasado que alineará su estrategia con los objetivos del acuerdo climático de París y vinculará los bonos a los objetivos climáticos.
La firma noruega también revisará sus actividades de cabildeo, su cartera de inversiones y su estrategia para asegurarse de que se alineen con el acuerdo de 2015, que busca reducir las emisiones de carbono y, por lo tanto, limitar los aumentos de temperatura a muy por debajo de 2 grados, por encima de los niveles preindustriales.
Equinor aceptó los cambios luego de las conversaciones con Climate Action 100+, un grupo de 300 inversionistas con más de 33 billones de dólares en activos bajo administración que está presionando a las compañías de energía para que abandonen los combustibles fósiles.
La coalición de inversores ya ha conseguido varias victorias en Europa.
Shell y BP anunciaron en los últimos meses que vincularán la compensación para algunos empleados a los objetivos climáticos. Glencore acordó limitar la producción de carbón después de las conversaciones con Climate Action 100+.
Total, la compañía francesa de petróleo y gas, ha establecido objetivos de cambio climático a corto plazo y un plan más amplio para reducir la intensidad de carbono en sus productos y operaciones.
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Los principales productores de energía estadounidenses se están rezagando ante sus rivales europeos en lo que respecta al cambio climático.
Este mes, ExxonMobil bloqueó la votación de un accionista que habría instado a la compañía petrolera a adoptar objetivos de emisiones de gases de efecto invernadero para sus operaciones y productos que estuvieran alineadas con el acuerdo de París.
Chevron intentó rechazar un voto similar por parte de los accionistas, pero la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) se lo impidió. Ha acordado quemar menos gas sobrante, pero no ha respondido a los llamados para que actúe respecto a su huella de carbono.
Otra señal de la división: Shell dijo recientemente que renunciaría a un importante grupo de presión petrolero estadounidense a causa de sus políticas climáticas.
“Las compañías europeas están en el asiento del conductor aquí”, dijo Odd Arild Grefstad, presidente ejecutivo de la firma de administración de activos noruega Storebrand Group, que participó en las conversaciones con Equinor.
“Vemos muchas más energías renovables en las operaciones en Europa, y Europa está a la vanguardia en la legislación sobre el cambio climático”, agregó el CEO.
¿Es suficiente?
Sin embargo, para algunos inversionistas, las promesas de Equinor y sus rivales no llegan lo suficientemente lejos.
Un punto de conflicto es si las empresas deben contar las emisiones generadas por sus productos —es decir, el petróleo o carbón que venden a sus clientes— en sus objetivos de reducción de emisiones.
Los activistas dicen que, sin incluir las emisiones de los productos, establecer objetivos es de poca utilidad. Hasta ahora, Shell es el único productor de petróleo importante en comprometerse a reducir las emisiones de sus productos.
“Las compañías de petróleo y gas siempre habían tomado la postura de que las emisiones de sus productos caían fuera del dominio de su propia responsabilidad”, dijo Mark van Baal, del grupo activista Follow This, acerca de la decisión de Shell.
Al igual que Climate Action 100+, Follow This está utilizando la presión de los inversionistas para buscar un cambio en las compañías energéticas. El grupo ha presentado resoluciones de inversionistas que piden a Equinor, BP y Chevron que establezcan objetivos que incluyan emisiones de productos.
BP ya ha aconsejado a los accionistas que voten en contra de la moción en su reunión general anual en mayo. Chevron ha rechazado previamente la idea.
Equinor no llegó a comprometerse a reducir las emisiones de productos el miércoles, pero dijo que informaría sobre la intensidad de carbono de sus productos y que “explorará enfoques adicionales para impulsar la descarbonización”.