Mientras que S&P mantiene bajo revisión, con perspectiva negativa desde marzo pasado, la calificación ‘BBB+” de México.
“Un punto de interrogación para nosotros es si esta desaceleración es por el primer año del gobierno o si es una consecuencia de otras tendencias a largo plazo. Es algo que estamos estudiando muy de cerca”, comentó Joydeep Mukherji, analista de calificación soberana.
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En general, las calificaciones son herramientas para el mercado financiero, ya que su utilidad recae principalmente entre los inversionistas, quienes suelen utilizarlas en la toma de decisiones sobre la compra de bonos e inversiones de renta fija. Estas calificaciones ayudan a incentivar el desarrollo asociado al buen funcionamiento de los mercados de capital.
En marzo pasado, S&P comentó que que la perspectiva negativa abría la posibilidad de una revisión a la baja a más tardar en 12 meses . El analista aclaró que no hay una fecha específica para una revisión, pero que deben emitirla legalmente en dicho lapso.
Las dudas de la calificadora se centran en las mismas que han estado revisando sus pares: la deuda de Pemex y el balance de las finanzas públicas. Aunado a estas interrogantes se inserta la tendencia del crecimiento económico de México.
S&P ha mantenido su estimación de crecimiento económico en 1.6% para 2019. Sin embargo, en su última revisión de mayo, Banxico redujo su previsión económica a un rango de 0.8% a 1.8%. Tan sólo el día de ayer, Moody’s rebajó su pronóstico a 1.2% para este año.