La inflación podría duplicarse
Se espera que un brexit duro tenga consecuencias económicas graves en el corto plazo.
La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria de Reino Unido indica que causaría una recesión. El PIB se reduciría en 2% para fines de 2020, y el gobierno británico se vería obligado a pedir prestado un extra de 30,000 millones de libras (37,400 millones de dólares) por año, según el regulador del presupuesto.
La devaluación de la libra se sumaría al caos. Las importaciones serían más caras, causando un alza en los precios. Wraith dijo, que si ocurre la paridad libra-dólar, la inflación probablemente se duplicaría, alcanzando entre el 4% y el 5%.
Algunos expertos argumentan que una libra más débil ayudaría a la economía a retomar el rumbo. Una libra en caída impulsa el turismo hacia Reino Unido y ayuda a abaratar las exportaciones, según el argumento. Las empresas británicas también podrían vender más de manera doméstica a medida que aumenta el precio de las importaciones.
Pero el turismo representa menos del 10% del PIB, mientras que las exportaciones contribuyen aproximadamente el 30% del PIB.
La ‘amabilidad de los extraños’
Otro problema es que muchas empresas del Reino Unido todavía tienen que hacer pagos en dólares, y sus costos aumentarían considerablemente. El multimillonario británico Richard Branson dijo a BBC a principios de este mes que la paridad con el dólar sería “devastadora” para las compañías de Virgin, como la aerolínea Virgin Atlantic.
“Todos nuestros costos están en dólares”, dijo Branson. Continuó diciendo que, como resultado, Virgin invertiría menos en Reino Unido.
Si la libra en descenso socava la confianza en la economía británica entre los inversionistas extranjeros, esto podría generar preocupación sobre el déficit de la cuenta corriente británico o la cantidad que pide prestada al resto del mundo.
Ese déficit, que es considerable para los estándares internacionales, alcanzó 30,000 millones de libras (37,400 millones de dólares) en el primer trimestre de 2019, o el 5.6% del PIB.
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, advirtió que, si la confianza de los inversionistas extranjeros, o la “amabilidad de los extraños”, disminuye a raíz del brexit, entonces Reino Unido podría tener dificultades para financiar los gastos domésticos.