Como esos mercados de financiamiento se secaron durante la crisis financiera, los bancos no estadounidenses experimentaron escasez de efectivo en dólares. Eso llevó a la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos a entregar más de 500,000 millones de dólares (mdd) en fondos de emergencia a bancos centrales extranjeros, que luego los prestaron a sus instituciones financieras domésticas.
Reguladores, incluida la Fed, han aplicado desde entonces una serie de cambios de normas de capital, liquidez y gestión de riesgos que buscan evitar que los prestamistas internacionales recurran a los bancos centrales por liquidez de emergencia.
Pero en el capítulo cinco de su semestral Reporte de Estabilidad Financiera Global, publicado el viernes, el FMI dijo que los bancos no estadounidenses siguen jugando un papel importante en los créditos en dólares a nivel global.
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El reporte mostró que los activos en dólares de los bancos no estadounidenses crecieron a 12,400 billones de dólares hasta mediados de 2018 desde 9.7 billones en 2012, y siguen siendo comparables a los niveles previos a la crisis respecto a sus activos totales.
El FMI también halló que la brecha entre los activos y pasivos denominados en dólares de los bancos no estadounidenses se amplió a 1.4 billones de dólares, o un 13% de los activos, a comienzos de 2018, desde un 10% de los activos a mediados de 2008.
"Por tanto, aumentar la actividad en dólares estadounidenses ha ido de la mano con un aumento de la brecha entre los activos y los pasivos denominados en dólares, lo que potencialmente hace a sus economías domésticas más vulnerables a choques derivados de los mercados de financiamiento en dólares estadounidenses", escribieron investigadores del FMI.
La capacidad de los bancos no estadounidenses de financiar sus activos en dólares a largo plazo desde fuentes estables, conocida como el ratio de financiación estable en dólares estadounidenses, ha mejorado solo moderadamente desde 2008, dijeron. Los activos en dólares altamente líquidos de los bancos no estadounidenses, que pueden venderse rápidamente en momentos de estrés, también han aumentado, anotaron.