Una encuesta publicada por la National Association for Business Economics (NABE) esta semana redujo las expectativas de crecimiento para el próximo año a menos del 2%, citando el proteccionismo, la incertidumbre comercial y la desaceleración del crecimiento global. Los pronósticos de la NABE son importantes. Son de los economistas que trabajan para empresas. Sus pronósticos van directamente hacia sus jefes del nivel directivo que hacen los planes de gasto y contratación.
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La Fed de Nueva York ha reducido el PIB del cuarto trimestre a solo 1.3%. Su pronóstico para el año es de 2%, muy por debajo del crecimiento de 4% e incluso del 5% que el presidente prometió que desencadenarían sus recortes de impuestos y regulación.
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La creación de empleos de manufactura se ha estancado. El mismo sector que el presidente prometió salvar con sus aranceles y duras conversaciones está perdiendo empleos. En septiembre, la manufactura perdió 2,000 empleos. Durante el año pasado, Pensilvania ha perdido más de 7,700 empleos en manufactura y Wisconsin ha perdido más de 5,200.
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¡Pero espera! NABE predice que la economía estadounidense se estancará, pero no caerá en recesión. Y la tasa de desempleo está en un mínimo de 50 años de solo 3.5%. “Impugna eso”, dijo el asesor comercial de Trump, Peter Navarro, a CNN.
Ciertamente, ese es el argumento alcista. Pero el goteo de malas noticias continúa y los economistas temen que las cifras de empleo sean un indicador rezagado. En una nota a los clientes esta mañana, Ian Shepherdson de Pantheon Macroeconomics dijo: “La caída inesperada del desempleo en septiembre es ruido, no señal; la tendencia pronto aumentará”. Y agrega: “El crecimiento de la nómina se reducirá a solo 50,000 aproximadamente para fin de año; son posibles declives absolutos”.
El presidente culpa a la Reserva Federal y a un dólar fuerte. La Reserva Federal podría recortar las tasas de interés a finales de este mes para tratar de contener el daño.
Pero los líderes empresariales culpan a la incertidumbre comercial y al crecimiento global. Quieren una resolución de la guerra comercial con China. Y rápido.
Este jueves comenzó una nueva ronda de conversaciones en Washington para acabar con la guerra arancelaria.