Lisa Schineller, directora de calificaciones soberanas de América Latina de S&P, explicó que la combinación en los niveles de deuda del gobierno y de Pemex no impacta por ahora a sus calificaciones, pero que podría hacerlo en el futuro.
"Vamos a ver cómo va a reaccionar el sector privado", dijo Schineller en referencia a la situación financiera de Pemex, al presupuesto para el siguiente año y a los proyectos de infraestructura de la actual administración.
Luis Manuel Martínez, analista principal de S&P que cubre la petroleral mexicana, coincidió en que actualmente no había factores que pudieran provocar una rebaja en la nota de Pemex.
"No hemos identificado un solo factor que nos haga pensar que estaríamos cambiando esta evaluación en un plazo inmediato", dijo en un evento en la Ciudad de México.
En marzo, S&P mantuvo la calificación de la deuda en moneda extranjera de la petrolera en BBB+, pero indicó que había en ese momento un tercio de probabilidades de una rebaja en un plazo de hasta 18 meses.
Los analistas de la calificadora añadieron que la inseguridad que ha azotado al país en los últimos años siempre ha sido un costo de oportunidad para el ritmo de crecimiento de la segunda mayor economía de América Latina, que ha estado estancada en los últimos meses.