El gobierno ha calificado esta intrusión de un virus como nimio ya que, según su dicho, solo ha afectado el 5% de los equipos de Pemex; más aún, que ya hay comunicación con los piratas quienes han exigido 5 millones de dólares en bitcoins para que Pemex quede limpio y como nuevo.
Y como solo 5% de los equipos de Pemex han sido afectados, como también los hackers pidieron solo 5 millones de dólares, lo que más claro queda es que al gobierno le gusta ese número. Y para darle gusto, la que escribe ofrece 5 hipótesis (desde las más elementales hasta las más conspiratorias) para explicar de qué se puede tratar este ciberataque.
La más aburrida acusa al descuido con el que Pemex mantiene sus sistemas informáticos. En los pasillos de la torre ejecutiva en la avenida Marina Nacional cuentan que llevan más de una semana picándose los ojos por no tener acceso a los programas de cómputo y/o a su correo institucional. Así que se han puesto en comunicación con métodos propios del túnel del tiempo. Hay quienes tenemos la edad suficiente para recordar el papel de memorándum rectangular con copia hecha a máquina con papel carbón. Eso se hacía en los tiempos del descubrimiento de Cantarell y será triste, pero no menos cierto, que esos tiempos pasaron ya, hace rato. En una Dirección, y en otra, se habla de un colapso entre el 50% y el 70% de los equipos de cómputo, algunos de los cuales, me dicen, no tienen licencias vigentes. ¿Será cierto?
Otra hipótesis, también aburrida, es la oficial. Cuentan los altos mandos gubernamentales que unos hackers, de los que sabemos casi nada, infectaron los sistemas y como rescate han pedido 5 millones de dólares en bitcoins, que el gobierno se reusará a pagar porque los gestos de debilidad son solo tolerables ante truhanes de los tamaños de Ovidio Guzmán . Como fuere, todo está bajo control de y las afectaciones, si acaso, han sido mínimas.