Uno de los planteamientos que resulta más controvertidos es el del IVA, tanto en su porcentaje como en la aplicación.
El IVA es por varios motivos uno de los impuestos con características más positivas: Paga más quien más consume, en ese sentido es un impuesto progresivo. Prácticamente todos quienes estamos en la economía formal y los de la economía informal, pagamos este impuesto, atacando de alguna forma la informalidad. Es el impuesto más fácil de calcular para las empresas, y es el impuesto más fácil de cobrar por el SAT.
Partiendo de lo anterior, el IVA debería subir al 20% y aplicarse incluso a alimentos y medicinas, con excepción de un número limitado de productos que más consume la población de bajos recursos, no cobrarlo a las tortillas pero sí al jamón serrano, por ejemplo, es lo lógico.
En el tema de las medicinas, el gobierno debe de asegurarse que les lleguen de forma gratuita a quienes no pueden pagar por ellas, pero al resto de la población cobrarlo.
Se debe de combatir importantemente la evasión y la informalidad, lograr sumar a la mayoría al sector formal y que paguen impuestos.
Opinión: ¿Sería viable disminuir el pago de impuestos?
La reforma debe incentivar los cambios de las realidades del futuro, energías limpias tanto en su producción como su consumo, inversiones en industrias tecnológicas, creación de nuevos negocios, inclusión financiera, etcétera.