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La reforma fiscal necesaria para el futuro de México

El gobierno requiere más recursos, eliminar la pobreza, las empresas requieren clientes e invertir, opina Mauricio Hubard.
lun 18 noviembre 2019 07:00 AM
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Las empresas requieren clientes para poder hacer inversiones, y para ello se requiere suprimir la pobreza, dice Mauricio Hubard.

(Expansión) - Hablar de una reforma fiscal es un tema que en general causa tensión, los políticos no quieren tocar el tema por miedo a repercusiones electorales futuras, los empresarios piensan en mayores impuestos, la sociedad piensa en menos ingresos para ellos y sus familias.

Anteriormente escribí sobre el potencial de México , y ahí se plantean los elementos que creo todos queremos ver y que es posible alcanzar en nuestro país a largo plazo, ¡Pero iniciando ya!

México, para lograr ser la potencia que merecemos, requiere de una gran reforma fiscal, atacar problemas de fondo como la baja recaudación y la informalidad.

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El gobierno requiere de muchos más recursos a fin de poder destinarlos a la inversión productiva, una inversión mucho mayor en sistemas eficientes de salud y educación universales, programas sociales, fuerte en ataque a la inseguridad, entre muchos otros.

Necesitamos promover la eliminación de la pobreza y un muy importante movimiento de la clase socioeconómica baja a una predominante clase media, que cuente con los recursos e instrumentos financieros disponibles para un adecuado nivel de vida.

Las empresas requieren realizar importantes inversiones que promuevan el crecimiento económico y contar con clientes que consuman sus productos, lo que se logra con el punto anterior.

Se requiere de una base empresarial mucho más amplia, con empresas de todos tamaños, que sean productivas y sustentables, promover el emprendimiento, generar empleos bien remunerados.

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Y al crecer y ser cada día más productivas las empresas, que paguen los impuestos que les corresponden puntualmente a fin de que el gobierno cuente con los recursos que necesita.

Lee: ¿Qué debe incluir la reforma fiscal de AMLO?

Por todo lo anterior, se requiere plantear el tema abiertamente entre los grupos interesados, entender las posiciones de cada uno, pero, sobre todo, poner el bien del país por encima de todo y que cada parte asuma el costo de llevar a cabo esta reforma fiscal, hay que hacerlo ya.

Yo creo que el gobierno podría obtener recursos mediante un pequeño déficit fiscal programado, siempre y cuando se destine a inversiones productivas exclusivamente; en este sentido, el realizar estas inversiones en asociación con inversionistas privados, tanto nacionales y extranjeros, mediante las Asociaciones Publico Privadas (APP) en infraestructura de diversos sectores, incluido el energético, potencializa el impacto buscado con dichos déficits, y generaría en el tiempo los recursos necesarios para pagar el dinero obtenido por medio de la deuda pública asumida y bajar el nivel de deuda, generando además empleos en números récord.

Debemos hacer de México un país mucho más atractivo para las inversiones; una medida que ha probado ser muy eficiente en otras partes del mundo es bajar el ISR que pagan las empresas a niveles del 20-22%, lo que promueve la apertura de nuevos negocios y la inversión de la planta productiva.

El salario mínimo y el salario promedio debe subir considerablemente a fin de que los trabajadores puedan tener la posibilidad de este movimiento hacia la clase media y un mayor bienestar familiar, generando el consumo necesario en la economía.

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Uno de los planteamientos que resulta más controvertidos es el del IVA, tanto en su porcentaje como en la aplicación.

El IVA es por varios motivos uno de los impuestos con características más positivas: Paga más quien más consume, en ese sentido es un impuesto progresivo. Prácticamente todos quienes estamos en la economía formal y los de la economía informal, pagamos este impuesto, atacando de alguna forma la informalidad. Es el impuesto más fácil de calcular para las empresas, y es el impuesto más fácil de cobrar por el SAT.

Partiendo de lo anterior, el IVA debería subir al 20% y aplicarse incluso a alimentos y medicinas, con excepción de un número limitado de productos que más consume la población de bajos recursos, no cobrarlo a las tortillas pero sí al jamón serrano, por ejemplo, es lo lógico.

En el tema de las medicinas, el gobierno debe de asegurarse que les lleguen de forma gratuita a quienes no pueden pagar por ellas, pero al resto de la población cobrarlo.

Se debe de combatir importantemente la evasión y la informalidad, lograr sumar a la mayoría al sector formal y que paguen impuestos.

Opinión: ¿Sería viable disminuir el pago de impuestos?

La reforma debe incentivar los cambios de las realidades del futuro, energías limpias tanto en su producción como su consumo, inversiones en industrias tecnológicas, creación de nuevos negocios, inclusión financiera, etcétera.

Incentivar inversiones en los estados del país con peor índice de crecimiento y aportar a los costos en capacitación de las empresas a fin de incrementar la productividad de la población en el tiempo, revirtiendo la desigualdad entre estados.

Y el gobierno manejar los recursos de forma eficiente, transparente y sin corrupción, sin terrorismo fiscal, entendiendo que la participación de cada parte es básica para el adecuado funcionamiento de la economía.

Sin un alto crecimiento económico es imposible la generación del bienestar social, sin una reforma fiscal a fondo no es factible lograrlo. Mas sobre este tema en la siguiente entrega.

Nota del editor: Mauricio Hubard es Fundador y Presidente de Juntos Financiera , estudió Relaciones Industriales en la Universidad Anáhuac, es graduado de la escuela de Negocios de Harvard (Harvard Business School) donde realizó su Maestría Ejecutiva y es miembro activo del Harvard Alumni Association. Ha tomado diversos cursos en esta universidad relacionados con Microfinanzas, Gobierno Corporativo, Desarrollo de Instituciones Financieras, entre otros, también de Responsabilidad Social de las Empresas por la Universidad de Stanford y el ESADE de Barcelona.

Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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