La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) está desarrollando reglas globales para hacer que las empresas digitales paguen impuestos donde hacen negocios, en lugar de donde registran filiales. La OCDE dice que esto podría aumentar los ingresos fiscales nacionales en un total de 100,000 millones de dólares al año.
El llamado a la unidad pareció dirigido principalmente a Estados Unidos, hogar de las compañías tecnológicas más grandes, en un intento de evitar cualquier estancamiento en las reglas hasta después de las elecciones presidenciales estadounidenses en noviembre.
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"No hay tiempo para esperar elecciones", dijo Olaf Scholz, ministro de Finanzas alemán, en un seminario al margen de una reunión de funcionarios del G-20. "Esto necesita liderazgo en ciertos países", agregó, mirando directamente al secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, sentado a su lado en el seminario.
La imposición de impuestos a las empresas digitales y el efecto del brote de coronavirus en la economía mundial se encuentran entre los temas candentes debatidos por los líderes financieros del G-20, de las 20 economías más grandes del mundo, durante sus conversaciones en Riad este fin de semana.
La OCDE quiere establecer un nivel mínimo efectivo en el que se gravaría a dichas empresas y busca un acuerdo para inicios de julio, con un respaldo del G-20 a finales de año. "Una respuesta coordinada no es el mejor camino a seguir pero, dadas las alternativas, es el único camino a seguir", dijo José Ángel Gurría, director de la OCDE.