Los mercados bursátiles en Estados Unidos sufrieron la semana pasada su peor semana desde la crisis financiera mundial de 2008, ya que los inversores vendieron acciones y compraron bonos del Tesoro. El rendimiento de la nota del Tesoro a dos años cayó por debajo del 1% por primera vez desde 2016.
El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, describió el viernes los fundamentos de la economía como "sólidos", pero reconoció que "el coronavirus plantea riesgos en evolución para la actividad económica", y dijo que el banco central de Estados Unidos "usaría sus herramientas y actuaría de una manera apropiada para apoyar la economía".
El Instituto de Gestión y Abastecimiento (ISM) dijo que su índice de actividad fabril cayó a 50.1 el mes pasado desde 50.9 en enero. Los economistas encuestados por Reuters habían pronosticado que el índice bajaría a 50.5 en febrero.
Una lectura sobre 50 indica expansión del sector manufacturero, que representa el 11% de la economía estadounidense.
Informes en todo el mundo el lunes mostraron que las fábricas sufrieron por el brote de coronavirus y que la actividad en China se redujo a un ritmo récord. El PMI de Japón mostró la mayor contracción en casi cuatro años en febrero.
El subíndice de nuevos pedidos del ISM cayó a una lectura de 49.8 en febrero desde 52.0 en enero.
Otro informe de la firma IHS Markit mostró que su índice final de gerentes de compras de empresa de manufacturas de Estados Unidos cayó a 50.7 en febrero desde 51.9 en enero.
Un tercer reporte mostró que el gasto en construcción en Estados Unidos subió a su mayor ritmo en casi dos años en enero.
El Departamento del Comercio dijo que los gastos en construcción aumentaron un 1.8% a un máximo histórico de 1.369 billones de dólares, por un alza de la inversión pública y privada.