En política suena bien: el gobierno federal extingue por decreto todos los fideicomisos públicos sin estructura orgánica para hacerse de 250,000 millones de pesos (mdp) que le permitan enfrentar la crisis generada por el covid-19.
Pero la realidad es mucho más compleja, ya que factores legales y de transparencia impiden saber con exactitud el monto que se recuperará y el impacto real por el uso de esos recursos en beneficio de los mexicanos, coincidieron expertos consultados por Expansión.
Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, destacó la urgencia de que el que el gobierno sea transparente en el destino de los recursos.
“Para nosotros es importante que el gobierno sea mucho más explícito en qué fideicomisos piensa liquidar. Es importante saber qué objetivos se van a cancelar y que implicaciones hay: ¿se van a dejar de pagar contratos de algunos fideicomisos? Es importante esta rendición de cuentas y sobre emplear estos dineros”, dijo.
Enrique Díaz-Infante Chapa, director del Sector Financiero y Seguridad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, cuestionó la poca claridad con la que se justifica la medida del gobierno de Andrés Manuel López Obrador:“No se establece claramente ni se establece si solamente se van a transferir a la tesorería y luego qué uso se le van a dar a esos recursos”.
De acuerdo con el experto, esta medida pierde seguridad jurídica pues aún se tiene que determinar si alguno de los beneficiarios de estos fideicomisos puede demandar.
Se tiene que informar el fin de estos recursos y el impacto que va a tener a los mexicanos. De no hacer un ejercicio de transparencia, el gobierno mostraría su falta de compromiso, aseguró Mariana Campos.
“El Congreso debería, tiene facultades, especialmente la Cámara de Diputados, tendría que levantar la voz pero el congreso es mayoría de Morena”, agregó la especialista.
En su conferencia matutina, el presidente de la República dijo la semana pasada que la mayoría de esos recursos servirán para el pago de deuda sin dar mayores detalles.
Pasamos de la opacidad y la discrecionalidad en el manejo de estos recursos a través de fideicomisos al opacidad y la discrecionalidad en su manejo
Hasta diciembre de 2019, había 740,500 mdp en todos los fideicomisos, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda. Sin embargo, los expertos consultados coinciden en que ese monto no es definitivo, pues aún queda por resolver si los contratos están libres de obligaciones.
“No todo este monto podría pasar a la Tesorería de la Federación, ya que hay fideicomisos que no se pueden extinguir conforme a su función como lo son aquellos destinados a pensiones, salud, los Fondos de Estabilización y Entidades Federativas, entre otros”, informó HR Ratings en un reporte.
Si restamos los que no se pueden eliminar, el país cuenta con una cifra aproximada de 283,500 mdp por lo que “el beneficio sería importante para mitigar el crecimiento de la deuda en 2021”, agrega la agencia calificadora de riesgo.
Los fideicomisos son contratos que se establecen para el cumplimiento de una obligación, explicó Díaz-Infante. Y se conforman de tres partes: fideicomisario (beneficiarios), fideicomitente (persona que transfiere las propiedades o dinero) y fiduciario (el banco que se encarga de la gestión de los activos).
Entre los bancos que tienen estos fideicomisos están HSBC, Banorte, Santander, Actinver, Citibanamex, Scotiabank, Bansefi, Banobras y Nacional Financiera.
“Lo que se argumenta es que estaban rodeados de opacidad, lo cierto es que cuentan con un órgano técnico que están formados por especialistas bancarios”, comenta Mario Fernández, abogado y maestro en el Instituto de Ciencias Penales.
Al cuestionar a los expertos sobre lo que se puede hacer para que el Gobierno federal rinda cuentas, todos coincidieron en que se podrían hacer juicios de amparo e investigaciones de parte de la Auditoría Superior de la Federación. Sin embargo se trata de un proceso que puede llevar años y en estos momentos lo que urge son medidas para reactivar la economía.
