“Va contra cualquier tipo de conocimiento económico básico. Lo peor que se puede hacer (en estos momentos) es reducir el gasto en un momento de crisis, lo que se quiere es fomentar la demanda agregada. Reducir el salario de los servidores públicos y que el Estado gaste menos no solo no reactiva la demanda, sino que se contrae más”, señaló Jorge Andrés Castañeda, analista e integrante del Consejo Consultivo Ciudadano: Pensando en México.
“Se tendrían que haber puesto algunas medidas para evitar el quiebre de las empresas ante la contracción de la demanda y la caída que, creemos, va a ser muy fuerte este año. Faltaron medidas para retener el empleo en las pequeñas, medianas y grandes empresas”, sostuvo por su parte Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco BASE.
Entre lo rescatable del anuncio del jefe del Ejecutivo federal se encuentra el que no haya habido cambios en el Gabinete. Sin embargo, se esperaba mayor claridad en la estrategia de ayuda a la economía mexicana que “enfrenta su mayor crisis desde 1982”, apuntó Castañeda.
“Lo único concreto que se dijo fue anunciar 65,000 millones de pesos a Pemex que es como tirarlos a un barril sin fondo porque, con los precios de petróleo actuales casi nada de la producción es rentable”, subrayó.
Las perspectivas para la economía mexicana no son nada halagüeñas. En Banco Base el escenario más optimista es de una contracción de -3% del PIB, mientras que Jorge Andrés Castañeda considera una caída de entre -2% y -4%.
¿Qué hace falta?
Los expertos coincidieron en señalar la falta de medidas que permitan sentar las bases para una rápida recuperación y, así, evitar que la recesión se convierta en una depresión económica. En su lugar, señalaron una percepción de riesgo.
“(Riesgo) sobre todo al utilizar el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP) y de quitar los fideicomisos. Creemos que una parte de la subida del tipo de cambio –que llegó a los 25.30 pesos por dólar la noche del domingo- se debió a una mayor percepción de riesgo”, apuntó Siller.
Es preciso que apliquen estímulos fiscales para ayudar al sector productivo y, así, proteger los empleos.
“Un plan que permita reactivar la economía, protegiendo a las empresas y el empleo, a través de transferencias de dinero directas al sector productivo –pequeñas, medianas y microempresas- que contrata a millones de mexicanos”, sentenció Jorge Andrés Castañeda.
“El gobierno cada vez está más enfrascado y no quiere escuchar a nada, incluso la propuesta del partido Morena, firmada por Álvarez Cuellar, es una buena propuesta, pero ni siquiera escucha a su propio partido, al secretario de Hacienda. No es que el gobierno federal no escuche, el presidente ya no quiere escuchar a nadie”, concluyó.
Datos de Hacienda señalan que el FEIP contaba con 158,400 millones de pesos al cierre de 2019. El pasado jueves, el gobierno federal decretó a través del Diario Oficial de la Federación (DOF) la desaparición de los fideicomisos sin estructura orgánica, lo cual le daría recursos por hasta 250,000 mdp.