Débil posición fiscal
La economía global está sufriendo una devastación causada por la pandemia del COVID-19, que se inició en China en diciembre del año pasado y se expandió por el mundo hasta contagiar a más de 1.6 millones de personas y causar la muerte de más de 100,000.
Tanto economías ricas como países emergentes han lanzado un conjunto de billones de dólares en estímulos económicos y asistencia fiscal para socorrer a sus poblaciones y sectores financieros, pero muchos organismos globales y autoridades aún permanecen en la incertidumbre sobre el alcance de la crisis.
El FMI - que se refirió al actual periodo como "El gran confinamiento" -destacó en particular la vulnerabilidad de las naciones de Latinoamérica por tener vastos sectores de economía informal, que deja instantáneamente a millones de personas sin empleo ni protección estatal; a lo que se suman sus débiles posiciones fiscales.
Otro factor de preocupación es la caída de los precios de las materias primas. El FMI estima que, en promedio, los metales industriales que exporta Sudamérica perderían un 10.2% de su valor este año y un 4.2% adicional en 2021.
El organismo espera que la economía de Chile -el principal exportador de cobre del mundo- se contraiga en 4.5% este año, al mismo ritmo que en su vecino Perú, que ha aplicado una cuarentena estricta para afrontar la pandemia, llevando a las grandes empresas del crucial sector minero a restringir sus faenas.
Argentina, la tercera economía latinoamericana, sufriría un declive aún mayor de su PIB al 5.7%, luego de haberse encogido ya en 2.2% el año pasado, en medio de un complicado escenario fiscal y de deuda, exacerbado por los severos límites al movimiento de personas dispuestos por el Gobierno.
El Fondo añadió que Venezuela, la nación petrolera sumida en una crisis hace años, presentó una alarmante baja de su PIB de 35% en 2019 y se dispone a contraerse un 15% adicional este año.