La reapertura de la economía estadounidense también será clave para saber el impacto del coronavirus en México así como la implementación y rapidez de las políticas fiscales a empresas.
También de la implementación y rapidez de políticas económicas contracíclicas, ya que si bien las medidas anunciadas por el Banco de México (Banxico) evitarán un mayor deterioro y sobre todo atacan los problemas procíclicos de liquidez en los mercados financieros, no representan un impulso monetario, y con una tasa en 6% la postura monetaria se mantiene restrictiva.
BBVA México destacó la importancia de restaurar la confianza de la inversión y una reforma fiscal con una mayor progresividad, que siente las bases para cambiar el contrato social y envíe la señal de sostenibilidad en las finanzas públicas a pesar del inevitable aumento en la deuda como porcentaje de PIB, por la necesaria e impostergable implementación de una política fiscal contracíclica.
"México está empezado con la etapa más crítica de la epidemia, por lo que aún no se tiene certidumbre con respecto a cuándo se podría reactivar la economía y, por consiguiente, sobre la magnitud de la contracción", refirió.
En los últimos meses, el entorno para la inversión privada se ha deteriorado por las recurrentes malas decisiones de política económica, como la cancelación del aeropuerto, disputas por contratos de gasoductos y cancelación de la construcción de una planta cervecera, lo que pone en duda el proceso de toma de decisiones y se traducen en problemas de inconsistencia dinámica que deterioran la inversión en todos los sectores.
También por la ausencia de medidas significativas de apoyo fiscal existen riesgos de quiebras de empresas de todos tamaños que de otra manera no habrían ocurrido, y genera pérdida de confianza y mayor incertidumbre, por lo que es previsible un menor nivel de inversión tanto durante la eventual recuperación como probablemente de forma estructural, advirtió.