Los países exportadores de petróleo de la región deberían perder unos 270,000 millones de dólares (mdd) de ingresos, "lo que es una gran bajada", declaró Azour.
Pero los más afectados en la región serán, según el FMI, los países "frágiles o en situación de conflicto", cuyas economías podrían contraerse hasta un 13%. El PIB per cápita en esos países inestables podría pasar de 2,900 dólares en 2018-2019 a 2,000 dólares este año.
Según Azour, las pérdidas de empleo, el agravamiento de la pobreza y las desigualdades podrían provocar o acentuar la inestabilidad de la región. En este sentido, Líbano e Irak ya se han visto sacudidos por movimientos antigubernamentales.
"Alta incertidumbre"
En toda la región, las pérdidas de puestos de trabajo "se añadirán a un nivel de paro ya alto, en particular entre los jóvenes", agregó Azour.
La deuda también aumentará rápidamente, según las previsiones, sobre todo en el caso de Sudán, donde podría alcanzar el 258% del PIB; de Líbano (183% del PIB) y de Egipto (90% del PIB).
Asimismo, la institución advirtió del declive potencial de muchos de los 25 millones de expatriados que trabajan en el Golfo y que contribuyen a la economía de sus países de origen a través de sus remesas.
La mano de obra dentro del CCG podría caer un 13% este año, con la eliminación de cerca de 1.7 millones de empleos en Arabia Saudita y de 900,000 en Emiratos Árabes Unidos, predijo en mayo el centro de análisis británico Oxford Economics.