“Tenemos una conversación muy avanzada con algunas empresas coreanas, pero por asuntos de confidencialidad lo tengo que dejar ahí, donde ya tienen localizado a dónde ir, en qué sector y están próximas a concretarse esas reuniones”, destacó la funcionaria federal en videoconferencia.
“Esta semana tuvimos una reunión con el CEO Dialogue, mecanismo de altos ejecutivos de empresas mexicanas y estadounidenses. A partir de la próxima semana tendremos una presentación por cada empresa. Hemos estado hablando con empresas coreanas, no solamente es China, en general es Asia”, sostuvo la secretaria Márquez.
Entre los incentivos que tienen las empresas que están en México, detalló Graciela Márquez, es el acceso a un mercado que representa el 60% del producto interno bruto (PIB) global, producto de los acuerdos comerciales que tiene México como el T-MEC y el tratado con la Unión Europea (TLCUEM); está también la reducción de una tercera parte del ISR y la mitad del IVA, las facilidades administrativas que tienen las empresas para importar materiales que se convierten en exportaciones, así como la mano de obra calificada que ofrece el país.
“Un incentivo menos explícito, pero el combate al a corrupción es un incentivo adicional a las empresas, sobre todo a las empresas globales que, por decisión de sus accionistas, no están dispuestas a hacer negocios en países donde haya prácticas de esa naturaleza”, dijo.
Márquez Colín descartó que la política fiscal en el país, lejos de inhibir la inversión extranjera, da un “piso parejo” para las empresas que deseen invertir en el país.
“El hecho de que el SAT esté identificando a las empresas que tienen adeudos fiscales es una muy buena noticia para la inversión extranjera porque hay un piso parejo para todas las empresas”, aseguró.
¿Ya escuchaste #CuéntameDeEconomía? ¡No esperes más!
En torno a la relación comercial con Estados Unidos, el principal socio comercial, la secretaria Márquez descartó que pudieran producirse cambios importantes si el candidato demócrata, Joe Biden, gana la elección presidencial en noviembre.
Lo anterior, explicó, se debe al marco institucional que brinda el T-MEC. "No esperamos que haya en términos económicos un cambio. Lo que podemos esperar, sí, es que haya un diálogo con nuevos actores, pero que justamente se apeguen a lo establecido en el TMEC. Nosotros conversamos con el gobierno de Estados Unidos, independientemente del signo político que se establezca", dijo Márquez.