Certeza para invertir
El camino hacia la cooperación en la economía es más complicado.
López Obrador ha paralizado miles de millones de dólares en proyectos del sector energético, particularmente en energías renovables, bajo el argumento de que las administraciones previas manipularon el mercado eléctrico para favorecer a las empresas privadas a expensas de los consumidores.
Este manejo arbitrario del poder era inaceptable para un gobierno mexicano que acababa de renovar sus votos comerciales con Washington en virtud del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), el acuerdo que reemplaza al TLCAN, dijo una fuente de alto nivel de la industria estadounidense.
"Las empresas están viendo al sector energético (mexicano) como el típico canario en la mina de carbón (una señal de alarma) sobre el clima general de inversión", dijo la fuente, hablando bajo condición de anonimato para evitar tomar partido públicamente en las elecciones estadounidenses.
Los inversionistas sostienen que las medidas del gobierno mexicano son discriminatorias bajo las protecciones consagradas en el TMEC y el TLCAN, según las cuales aún se pueden presentar reclamos hasta 2023.
"(Las empresas) abogarán fuertemente con la administración de Biden para que las obligaciones del TMEC sean el punto de partida para comprometer a México", agregó la fuente, señalando que Trump había hecho poco para pedirle cuentas al país latinoamericano.
El presidente mexicano ha dicho en repetidas ocasiones que defenderá la primacía del Estado en sus disputas con los inversores en energía y no está claro qué tan flexible puede ser.
Los funcionarios mexicanos creen que es poco probable que Biden use la migración como moneda de cambio del acceso comercial como lo hizo Trump. Sin embargo, se avecinan disputas de arbitraje potencialmente costosas.
Algunos inversionistas en energía ya han comenzado litigios y muchos otros planean demandar a México una vez que finalicen las elecciones en Estados Unidos, según cinco funcionarios, abogados y fuentes de la industria familiarizadas con las deliberaciones.
López Obrador ha manifestado su voluntad de negociar con los inversionistas, al igual que lo hizo en una disputa por gasoductos el año pasado. El funcionario mexicano dijo que, siempre que pudiera reclamar una victoria política, debería surgir algún tipo de compromiso.
Las disputas energéticas han afectado la inversión, lo que ha contribuido a llevar a México hacia una contracción desde incluso antes de que la pandemia de coronavirus agravara la recesión.
El mandatario espera que el TMEC ayude a su país a superar el bache económico y atraiga la capacidad industrial desde China para fortalecer las cadenas de suministro regionales.
Para que eso suceda, las empresas deben poder confiar en que México respete las inversiones, por lo que la presión de Biden sería bienvenida, dijo Emilio Cadena, exjefe del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index).
"No va a ser fácil, y nos van a exigir un montón de cosas", dijo. "Yo estoy a favor de eso. Porque creo que eso nos mueve a todos en una dirección de mayor certidumbre jurídica, de mayor competitividad".