"Creo que habrá un lenguaje de compromiso para una extensión de seis meses que puede renovarse dependiendo de la sostenibilidad de la deuda", reveló Malpass en una conferencia de prensa telefónica.
Malpass explicó que tanto él como la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, prefieren una extensión de un año para que los países con menos recursos puedan dirigir sus recursos a combatir la pandemia; pero explicó que el G20 está tratando de llegar a un "compromiso" para satisfacer a los acreedores privados.
Además, dijo ser "optimista" sobre la posibilidad de que se "amplíe" la moratoria, pero no especificó si el sector privado se verá obligado a sumarse a la iniciativa, como piden varias ONG.
"Ha sido frustrante la falta de participación del sector privado de acreedores", manifestó Malpass.
Un informe publicado este lunes por el BM revela que la deuda entre los países más pobres aumentó 9.5% hasta los 744,000 millones de dólares (mdd) en 2019 con respecto al año anterior, lo que a juicio de Malpass evidencia la necesidad "urgente" de actuar, especialmente con la crisis provocada por la pandemia.
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La moratoria del G20 entró en vigor el 1 de mayo y, de momento, está previsto que dure hasta final de año. Su objetivo es ayudar a los 76 países más pobres del mundo, aunque solo 42 se han acogido a esa medida.
Los países del G20, las principales economías del mundo, son los principales prestatarios de las naciones con menos recursos y China destaca por ser de lejos el mayor acreedor.
De hecho, en 2019, China era dueña del 63% de los fondos que los países más pobres deben al G20, un aumento significativo con respecto a 2013, cuando poseía el 45%, según datos del informe publicado este lunes por el BM.
Al respecto, Malpass advirtió de que varios acreedores de China no están participando en la moratoria o lo hacen de manera parcial, lo que supone una fuerte pérdida de recursos para los países más necesitados.
La pandemia ha incrementado la preocupación sobre las economías de los países más pobres, que aumentaron sus deudas de manera sustancial tras la crisis económica de 2008.
El Banco Mundial ya ha pedido en reiteradas ocasiones una extensión de la moratoria al pago de los servicios de la deuda de los países más pobres y ha avisado de que la pandemia podría empujar a 150 millones de personas a vivir bajo condiciones de pobreza extrema en 2021.