Lo feo
“Ahorita, tal como está plasmada, me parece que trae una idea un tanto generalizada de tratar de limitar el alcance del outsourcing”, aseguró el directivo del IDIC.
El sector servicios, sobre todo aquellos vinculados al turismo y restaurantero, será el más afectado con esta reforma, coincidieron José Luis de la Cruz y Juan Cristóbal Ibáñez. Además de “todos los servicios profesionales que se otorgan a las industrias automotriz, aeronáutica, electrónica, maquinaria y equipo. Es decir, una parte sustancial de las empresas usan el outsourcing, donde las pequeñas y medianas podrían ser las más afectadas”, dijo de la Cruz. “Otro sector que utiliza mucho el outsourcing es el campo financiero”, complementó el especialista de la UP.
Además de esta reforma, apuntó Carlos Alberto Jiménez, se tiene que trabajar en materia comercial, civil, por citar algunos ejemplos. “necesita de otros elementos, mecanismos que la puedan apoyar, entre ellos tendría que haber mayor vigilancia fiscal para que estas prácticas de simulación no se reproduzcan, no tengan algún resquicio legal para que puedan sobrevivir”.
El tiempo tampoco fue el más adecuado para presentar esta iniciativa. México viene de un 2019 donde no hubo crecimiento económico (-0.3%), más la pandemia y el impacto económico que ha dejado en lo que va del año.
“Ahora, con la pandemia tenemos cerradas muchísimas fuentes de empleo y esto va a afectar la generación de empleos. No se debió haber hecho esta modificación de la ley en estos momentos. Desde el punto de vista económico, si no generas empleos, no va a poder haber crecimiento económico”, lamentó Ibáñez.
Outsourcing en México
“A pesar de la crisis sanitaria de enero a agosto de 2020, los asociados a la AMECH generaron un promedio mensual de 158,750 empleos formales. En México hay más de 4.6 millones de empleos subcontratados en distintas modalidades (con datos al cierre de 2019) por lo que la regulación que se implemente deberá evitar la pérdida de empleos que la supresión de la figura puede representar”, señaló la AMECH retomando datos del INEGI.
“Actualmente el 17% de los trabajadores ocupados está en un modelo de outsourcing, es decir, bajo un modelo de contratación que no depende de la empresa donde está prestando sus servicios. De ese 17%, el 80% está en condiciones precarias de trabajo, es decir, carece de alguna prestación, de seguridad social, pertenece al segmento de bajos salarios. Entonces, podemos inferir que el 80% de los casos que están en outsourcing se encuentran en estas prácticas pervertidas, es una cifra alta”, agregó Jiménez Bandala, de La Salle.