“Vemos una sostenibilidad fiscal en riesgo, el sector público gasta más de lo que recauda. Ahora es momento de hacer revisiones a los pasivos contingentes (gastos que se derivaron en el pasado), son necesarias nuevas políticas públicas para que las finanzas sean sostenibles”, explicó Héctor Villarreal, director general del CIEP.
No todo se determina por el manejo de las finanzas públicas por parte del sector público; desde hace 10 años México pasa por una transición demográfica, esto significa que habrán más personas mayores y menos personas en edades laborales.
Por ejemplo, en el censo poblacional 2020, por primera vez se cuantificaron menos niños de cero a cuatro años, que de cinco a nueve años, lo que representa una repercusión para la economía en el largo plazo, explicó Ricardo Cantú, especialista en deuda pública del CIEP.
Esta situación afecta a las finanzas públicas, es decir a los ingresos que sirven para que la administración pública realice sus actividades que en principio deben enfocarse en proporcionar servicios e infraestructura económica y social a los ciudadanos.
Si hay menos personas en edad laboral hay una menor generación en el pago y cobro de impuestos, y por el avance de las personas mayores habrá una mayor requisición de servicios de salud y pensiones, explicó Cantú.
“La deuda puede llegar al 69% del PIB en 2030 si no cambian las políticas públicas actuales, este dato es una proyección, más no un pronóstico que se puede evitar si hacen cambios relevantes en todas las políticas públicas actuales fiscales, sociales y económicas”, consideró Alejandra Macías, directora de investigación del CIEP.
En 2020, la deuda de México representó el 52.4% del PIB, una cifra histórica, en 2019 el nivel fue de 45.1%. Además, el costo de esta deuda o pago por intereses representó el 3% del PIB, el nivel más alto registrado desde el año 2000, llevándose una proporción del 11.4% del presupuesto de egresos en 2020.
Explicó que esta actual administración se caracteriza por gastar más de lo recaudado, lo que genera desequilibrios fiscales cada año, por lo que ahora es el momento propicio en el que se deben hacer cambios.
“Puede ser complicado que los cambios se realicen y tengamos esta situación, lo que más nos preocupa es la sostenibilidad fiscal y sus efectos en nuevas generaciones”, agregó Macías.