El plan de acción consta de cinco medidas principales como son aplicar métodos ágiles ya probados en 2020 y priorizando aquellos sectores con utilidades en 2020.
Con esta medida, habrá fiscalización estratégica en materia del impuesto sobre la renta (ISR), impuesto al valor agregado (IVA) y derechos.
La segunda medida es continuar incentivando la autocorrección en las auditorías en proceso a través de la inclusión de argumentos claros y sólidos que permitan el acercamiento de los contribuyentes.
"Se está haciendo uso intensivo de las herramientas de programación y fiscalización establecidas en las reformas fiscales de 2019 y 2020, así como del intercambio de información internacional para la detección de cuentas en el extranjero", destacó el SAT en un comunicado.
La tercera medida consta de dar créditos fiscales en recursos de revocación, con lo que se busca acortar los tiempos de resolución y se evita que el contribuyente perciba que es una segunda parte de la auditoría.
"Se priorizarán los recursos de revocación en donde sea susceptible lograr la corrección voluntaria de la o el contribuyente y evitar litigios costosos y prolongados", destacó el fisco.
La penúltima media es controlar los saldos programando auditorías profundas cuyo origen sean las irregularidades identificadas en la dictaminación de saldos a favor del impuesto sobre la renta e impuesto al valor agregado.
Por último, el SAT implementará liquidaciones a fin de garantizar el crédito fiscal determinado.
"El SAT reitera su compromiso de brindar seguridad jurídica para los contribuyentes en el marco del abc institucional de: aumentar la recaudación, bajar la evasión y elusión fiscal y combatir la corrupción", destacó la dependencia en un comunicado.